VOCACIÓN MÉDICA. Día Panamericano del Médico 2018
VOCACIÓN MÉDICA
Día Panamericano del Médico 2018
INTRODUCIÓN. Al terminar mi bachillerato, Colegio San Francisco de Asís de Barranquilla, tenía bastante claro qué camino seguir. No era por el lado de las disciplinas estrechamente relacionadas con las matemáticas. Alternativas, de acuerdo a lo que consideraba mejor para mis aptitudes, se inclinaban por el lado de las ciencias sociales o las ciencias naturales. Opté por las ciencias naturales y apliqué a medicina en la Universidad de Cartagena y a química y farmacia en la Universidad del Atlántico. Soy médico. He celebrado, gracias a Dios, durante 49 años el Día Panamericano del Médico.
No ha habido tres de diciembre que no
me haya manifestado en relación con esta efemérides. Con profundo orgullo por lo
que sentimos que somos y, también, con
el grito de protesta por la injusta falta de reconocimiento a lo que sabemos y
hacemos. Desde mucho tiempo atrás cuando, en la trinchera de la dirigencia
gremial, encaraba la defensa de la dignidad médica, hasta los días presentes en
que abatido por la ingratitud de los estamentos de la sociedad y del Estado
hacia la profesión continuo, no con el mismo ímpetu de antes por el peso de los
años, levantando mi voz de indignación cada vez me es posible.
LA VOCACIÓN SEÑALA EL CAMINO. Quisiera,
en esta ocasión, referirme a la vocación médica. La palabra vocación proviene
del latín vocatio, que deriva del
verbo vocare 'llamar'. Seres sociales
somos con el don de la comunicación a través de la palabra. Llamados a ser algo
en la vida, cada uno, con base en talentos que forjan unas inclinaciones hacia
algo que podemos hacer. Las inclinaciones conducen a capacitarnos para atender
exigencias de la subsistencia personal y solidariamente para favorecer a los
demás.
El camino que escojas, el propósito
que te señales y el fin que te motiva marcan tu destino. Un impulso interior te
lleva a realizarlos. Es lo que denominamos vocación. Solo tú sabes de lo que
eres capaz y hasta dónde puedes llegar. La vocación como inspiración no obedece
a voces externas o imposiciones que vienen de afuera. Corresponde a una decisión
autónoma de la persona.
La vocación señala el camino. En el
caso del médico entendida como vocación social, vocación científica y, una
tercera agrego yo, vocación de lucha; todas en beneficio de lo mas valioso que
tiene la gente: su salud y su vida.
VOCACIÓN SOCIAL. En sentido místico
Dios tiene señalada tu misión en esta vida. La realización como médico obedece
a un designio divino. Dios te escogió para el servicio a los enfermos, los débiles, los más
necesitados. Bendito privilegio, cuando según San Mateo, (Mt.22, 14) “Muchos son los llamados y pocos los elegidos”. De tal manera que
la vocación médica corre pareja con una vocación de ayuda a los demás, una vocación social.
Durante algún tiempo la Universidad
Libre me seleccionó como entrevistador de los alumnos aspirantes a la facultad
de medicina, en las pruebas de admisión. En su gran mayoría, a la pregunta ¿Porqué habían escogido estudiar esta
carrera? respondían que: “les
encantaba servir a la gente”. Ciertamente, esta actitud, es primer
requisito, a mi modo de ver, para aventurarse en profesión tan necesaria de un auténtico
humanismo, de una competencia ética.
VOCACIÓN CIENTÍFICA. La vocación médica no puede quedarse, solo,
en un romántico amor al hombre, en un médico bueno. Una vocación integral, para el alcance de la excelencia profesional va
acompañada, además, del indispensable amor al estudio, curiosidad investigativa,
hambre de conocimientos, de vocación
científica, para el logro de un buen médico. Se es estudiante de medicina por siempre, desde
que pisas los claustros de la universidad hasta que las fuerzas lo permitan.
VOCACIÓN DE LUCHA. El compromiso
adquirido con el hombre y con la ciencia demanda desde el principio de la
carrera renuncias, sacrificios, incomprensiones, ingratitudes, sinnúmero de
dificultades que reclaman del médico, reciedumbre de carácter, coraje y valentía,
umbral elevado ante la adversidad; vocación
de lucha para contrarrestar el desaliento que todas estas circunstancias
traen consigo. No desfallecer.
HERMOSA VOCACIÓN. A pesar de todo ¡cuán
hermosa es nuestra vocación! los conflictos a enfrentar en la práctica médica
no nos amilanan ante la grandeza de un arte inspirado en la ayuda compasiva a los
enfermos y riguroso cultivo de la ciencia. En la consagración generosa de
nuestra vida al servicio de la humanidad, tal lo prometemos en el juramento
médico.
CONCLUSIÓN. En esta fecha magna nos
llenan de júbilo y satisfacción el soporte admirable que nos aportan, los
sabios e ilustres cultores de la ciencia e investigación médica.
La encomiable labor de los servidores hospitalarios que en forma abnegada, callada, dan su vida por la sanación de los pacientes.
El talante a imitar de los aguerridos colegas que exponen su tranquilidad y sosiego en defensa del prestigio y prestancia de la profesión.
Sus testimonios nos estimulan, son acicate para no claudicar ante quienes pretenden esclavizarnos. “Fin de la esclavitud” es altiva consigna de la organización médica para la presente conmemoración.
La encomiable labor de los servidores hospitalarios que en forma abnegada, callada, dan su vida por la sanación de los pacientes.
El talante a imitar de los aguerridos colegas que exponen su tranquilidad y sosiego en defensa del prestigio y prestancia de la profesión.
Sus testimonios nos estimulan, son acicate para no claudicar ante quienes pretenden esclavizarnos. “Fin de la esclavitud” es altiva consigna de la organización médica para la presente conmemoración.
A los profesionales de la
medicina presento fraternal saludo y rindo efusivo tributo de
admiración en este Da Panamericano del
Médico.
Barranquilla diciembre 2 de 2018
TEOBALDO CORONADO HURTADO
Vicepresidente
Capítulo Atlántico. Academia Nacional
de Medicina
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