PANDÉMICA CONGOJA
Parque Paseo de la Castellana. Barranquilla. PANDÉMICA CONGOJA Pasa el tiempo, de esta temporada penosa de pandemia con la molesta sensación de su lerdo acontecer; la angustiante percepción de que se hubiera, sin rumbo cierto, detenido. ¿Quién sabe hasta cuándo? No sé Pasa lánguido este inclemente verano sin, siquiera, el sol poder ver sobre el resplandeciente espejo del río, al amanecer; ni al atardecer cuando en un letárgico crepúsculo se recoge en poéticos arreboles dentro del mar caribe con sus navíos ausentes. Pasa un mes y el que sigue escasos de “lluvias mil” en abril y mayo huérfano de flores para la virgen, tampoco para la madre a las que tanto nos complace bendecir. Menos mal el carnaval pudimos, con toda la bacanidad, parrandear. El año no se siente transcurrir cuando el presente se esfuma en el hastío y el futuro, impredecible, niega los sueños por cumplir. Pasan los días, uno después de otro, sin percatarme de si es lunes de zapatero o un vierne