CUARENTA ANOS DEL SEGURO SOCIAL - HOSPITAL DE LOS ANDES

            CUARENTA AÑOS DEL SEGURO SOCIAL                HOSPITAL DE LOS ANDES

 



Rebosantes de optimismo, ilusionados, concurrimos hace 40 años, 26 de septiembre de 1975, al inicio de la “medicina familiar” en Colombia.  Barranquilla, ciudad pionera en su andadura histórica, fue escogida por el gobierno nacional, presidido por el liberal Alfonso López Michelsen, junto con Cúcuta, para ser iniciadoras de este programa bandera del Seguro Social.

DOCTOR JOSÉ IGNACIO CASAS S.
 Bajo una organización ejemplar, al mando  del doctor José Ignacio Casas Santamaría como gerente, se puso en funcionamiento el novedoso programa con una vigorosa “red hospitalaria” que tenía epicentro en el Hospital de los Andes o Unidad Programática Institucional UPI, de tercer nivel de atención de salud y tres unidades satélites, nominadas:
Unidad 1 de la carrera 14, 
Unidad 2 de la Vía 40.
Unidad 3 en la antigua Clínica de Protección Familiar del Barrio Las Palmas

Este, a mi modo de ver, fue y ha sido el suceso más importante que se ha dado en Barranquilla y en la Costa en materia de prestación de servicios de salud en todos los tiempos. Preludio de la tecnología de punta en medicina que hoy en día ostenta y muestra con orgullo la Puerta de Oro de Colombia. Además de la comodidad y lujo de las instalaciones hospitalarias, eficiente gestión administrativa, calidad de la atención médica, reconfortante ambiente científico, académico y humano que allí se daba.
 Desde su fundación y hasta mediados de la década del 90, cuando entró en vigencia la ley 100, el Seguro Social en Barranquilla mostró un engranaje estructural que fue modelo a mostrar en el país.

La puesta en marcha de esta compleja organización produce impacto nunca visto en los programas médico-asistenciales de la ciudad; en particular, el que dispensaba la Unidad Programática Institucional UPI, de tercer nivel.  A lo largo y ancho de la región caribe no había establecimiento hospitalario comparable.
El Hospital de los Andes congregaba la flor y nata de la medicina barranquillera con José Cervantes Fonseca, director, a la cabeza y una planta médica constituida por:

CIRUGÍA: Humberto Espinosa (Jefe), Rafael Cepeda Vargas (Jefe área de quirófanos) Nadin Said Hachem (jefe de urgencias), Nazario Fraija, Marcos Llinás Salazar, Arnulfo Padilla, Dimas Badel (Vascular) Armando Castro Matallana (Cirujano de tórax) Antonio Chagui, Carlos Hugo Palacio, Álvaro Chagui, Luis Higuera. 
HOSPITALARIOS: Víctor Manotas, José Vicente Llinás, Nelson Zúñiga, Fernán Fortich,  Mauricio  Álvarez Correa, Francisco Fritz, Álvaro Rolong, Edison Blanco, Alfonso Osorio, Álvaro Acosta Laurens, Aristóbulo Larios, Gastón Meyer, Gonzalo Carrillo, Cesar Sierra.

CIRUGÍA PLÁSTICA: Basilio Henríquez (Jefe), Jaime López, Reinaldo Gómez Ahumada, Enrique Medina Parodi, Rafael Caballero Marín.

ODONTOLOGÍA Y MÁXILO FACIAL: Enrique Llanos (jefe) Colton Rosales, Antonio Casale.

ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA: Modesto Martínez Trujillo (jefe), Carlos Rondón, Hernando Montes, Alfonso Beltrán Pareja, Pedro Vásquez, Faisal Zawady, León Orlando Ardila, Alfonso Cervantes Villarreal, Carmelo Vélez, HOSPITALARIO: Cecilia Hamburger.

NEUROCIRUGÍA: Jaime Rubio Segura (Jefe), Carlos López Pinto, Manuel Sánchez, Jorge Malkum.

UROLOGÍA: Pedro Turbay Burgos (jefe), Rafael Tatis Cabarcas, Tulio De la Hoz, Leopoldo Klee, Emiliano Murillo.

OFTALMOLOGÍA: Edgar Cáceres (jefe), Oscar Alvis, Abraham Cura, Rafael Donado, Edilberto De la Cruz.

OTORRINOLARINGOLOGÍA: Alberto Nobman (jefe), Álvaro Salas, Jorge Barrios, Namroe Alberto Ramos.

GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA: Arturo Carbonell (Jefe), Carlos Malabet Santoro, Regulo Chapman Lavalle, Francisco Nieto Navia, Francisco Edna Ahumedo, Orlando Retamozo Rodríguez, Roberto Muñoz, Eloy Barrios García, Orlando Peinado Quintero, Luis De la Hoz Pacheco. 
HOSPITALARIOS: Rafael Altafulla, Luis Abuabara, Juan Cueter, Antonio Montaño, Arístides Cervantes, Carlos Acosta Medrano.

MEDICINA INTERNA: Rafael Bermúdez Bolaños (jefe), Manuel Ortega, Arturo Arbini Carbonell, Alejandro Arias, Moisés Levi, Juan Isaac, Nazario Hani, Pedro Martínez.
HOSPITALARIOS: Santiago de la Hoz, Luis Figueredo, Osvaldo Solano, Hernando Borja, Eduardo Manjarrez, Jaime Mercado, Antonio Cabarcas, Harry Romero, Ramón Quintero.

NEFROLOGÍA: Joaquín Pablo Cueto, Yolanda Corzo.

ENDOCRINOLOGÍA: Carlos Hernández Casis, Carlos Consuegra.

HEMATOLOGÍA: Ubaldo Escobar.

DERMATÓLOGIA. Sonia Penzo.

PATOLOGÍA: Alfonso Chinchilla, Oswaldo Velasco.
  
RADIOLOGÍA: Antonio Latorre Padui(Jefe), Jimmy Cure, José Sabbagh, Arístides Paz Jiménez.

FISIATRÍA: Carlos Hernández Caballero, Antonia Varela (Fisioterapista)

PSIQUIATRÍA: Armando de Hart, Rafael Martínez Aparicio.

PSICOLOGÍA. Olfanith Narváez.

PEDIATRÍA: Jaime Caballero Corvacho (Jefe), Santiago Currea, Jorge Fadul, Luis Adolfo Iriarte, Pedro Pinto Núñez, Roberto Valdés, Marco Tulio Pertuz, Raimundo Viana,  Luis Vega (Neurólogo). Rafael Clemow.
HOSPITALARIO: Luis Casas.

CIRUGÍA PEDIÁTRICA: Jaime Pombo, Alonso Carvajalino.

LABORATORIO Y BANCO DE SANGRE: Rafael Pérez Lafaurie (Jefe), Vilma Vargas, Isabel Pérez, Elvia de Herrera, Elsa de Romero, Aida de Blanco.

DEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA: Luz Marina Yance (jefe), Gladys Vela de Morales, Flor Ángela Pulido, Ana Marchena, Ana Ruby Ramírez, Ana Tatis, Ivonne de León, Sara Caro, Ángela Forero.

TRABAJO SOCIAL: Aurora Camacho, Vitalia Pérez,  Irma de la Cruz, Mara Ruiz, Yadira Julio.

DIETÉTICA Y NUTRICIÓN: Alicia Donado de Romero, Magaly Fontalvo, Yamile cure.

INSTRUMENTADORAS: María Teresa Pinzón (jefe) Clara Inés Martínez, Nancy Montoya, Fabiola Vargas, María Helena Díaz, Edelmira González, Aura María Rojas, María Cristina Ruiz, Nelly Marti, Carmen Martin, Celmira Bayona, Alejandra Sánchez, María Consuelo Castro, Mariela Gómez Rúgeles.

EQUIPO DE TRASPLANTE. Formé parte, bajo el mando del Doctor Joaquín Cueto - nacido en Repelón Atlántico, primer medico nefrólogo que llego a la ciudad - del selecto grupo de médicos especialistas del equipo de trasplante constituido por los doctores: Romualdo Fonseca, Nelson Zúñiga, los hermanos Antonio y Álvaro Chagui, Dimas Badel, Leopoldo Klee, Nicolás Solano y Pedro Prieto, entre otros profesionales de la salud. Siendo esta una de las experiencias más estupendas de mi peregrinaje docente asistencial como anestesiólogo.

HOSPITAL DE AVANZADA. El Hospital de los Andes pone a funcionar la primera unidad de cuidados intensivos UCI, es precursor en cirugía video laparoscópica, trasplante renal, reemplazos de cadera y rodilla mediante amplificador de imagen en Barranquilla.
El uso del microsco­pio marcó un hito en la historia de la cirugía cuando es utilizado por primera vez en nuestro medio en: By pass intracerebrales, implantes de lentes intraoculares, trasplantes de córnea, microcirugía de oído, de laringe, de la mano, ginecológica, plástica, urológica y en no pocas arriesgadas manipulaciones cardio­vasculares. Agregaría a esta lista la avanzada en cirugía pe­diátrica, en particular la corrección de malformaciones congénitas.  Recuerdo con orgullo el mes de mayo de 1984 cuando, sin tanto despliegue periodístico, hicimos la primera y,  si no estoy mal,  única separación exitosa de siameses que se haya realizado en la capital del Atlántico por el equipo quirúrgico comandado por el cirujano pediatra Doctor Jaime Pombo Mackenzie.

Tuve la fortuna de ser integrante del grupo médico fundador y participar activamente en este proceso sin igual, hasta julio de 1997 cuando salí jubilado. Fuimos 12 los especialistas que conformamos el staff de médicos anestesiólogos para cubrir 12 quirófanos, del Hospital de los Andes en su inauguración: Pedro Prieto Cortés (coordinador), Manuel Puello García, Hernando Torres Cohen, Guillermo Ariza Donado, Miguel Gómez, Gabriel Mena Garrido, Emilio Meza Cerro, Reinaldo Oliva, Nicolás Solano, Clemente Salazar y José León Esmeral.
Empujado por gran respaldo gremial y en compañía del doctor José León Esmeral, asumimos los dos la vocería de los compañeros anestesiólogos del departamento como miembros principales de la junta directiva de ASMEDAS y delegatarios ante la asamblea nacional de delegados del sindicato. A la par del resto de colegas del país, somos activistas, de primera fila, en la famosa huelga de 1976 del Seguro Social que llevó a la funesta Ministra del Trabajo de la era López Michelsen, María Helena de Crovo, a señalar al gremio de anestesiólogos como el “talón de Aquiles” de la organización médica en Colombia. Movimiento nacional de protesta con una duración de 56 días, contra la pretensión gubernamental de quitar a los profesionales de la salud su estabilidad laboral en condición de trabajadores oficiales para convertirlos en empleados públicos de libre remoción y nombramiento. Tras una pírrica victoria quedamos convertidos en “Funcionarios de la seguridad social” lo que ha significado con el curso de los años el desplome de la organización médica sindical que quedó conculcada a presentar “solicitudes respetuosas” en vez de las legítimas “Convenciones colectivas de trabajo” para la reivindicación de sus derechos laborales. Por añadidura, la fortaleza colectiva, en general, de los profesionales de la medicina. He aquí una de las explicaciones, entre tantas, para la devaluación del trabajo médico institucional.

Han pasado 40 años, como quien dice: nada, de esta monumental gesta sin poder darnos, en la fecha, el gusto de celebrar con exultante júbilo e inmenso regocijo, tal hubiera sido nuestro deseo, el advenimiento hospitalario del Instituto Colombiano de Seguros sociales ICSS a la capital del Atlántico.

DESAPARICIÓN DEL HOSPITAL DE LOS ANDES


Abrigaba la quimera, en aquellos tiempos gloriosos, que igual al Hospital General, el Hospital de los Andes era templo sagrado, perdurable, inexpugnable de la medicina barranquillera. Tristemente no ha sido así y cada vez paso por sus abandonadas instalaciones de la carrera 24 se me hace un nudo en la garganta y recóndita aflicción agobia mis recuerdos al contemplar su lamentable estado, sus fantasmagóricas ruinas.

Ha tocado, impotentes, en penoso silencio, contemplar la desaparición definitiva, desde el año 2006, del más preciado albergue que tuvieron los pacientes del ISS para hacer realidad sus derechos sanitarios y los profesionales de la salud el hospicio digno en donde satisfacer su vocación científica y de servicio a la comunidad.

Pero, también, se alcanza a escuchar victorioso silencio cómplice de los cínicos depredadores de la membresía politiquera, siniestros patrocinadores de los traficantes de la salud que con sus mercantiles IPS y ARS, hicieron posible este vil “hospitalicidio”. Ante la apatía de una ciudadanía indolente, incluida la misma agremiación médica, que conforme se ha rendido ante el poder avasallante, inhumano de los corruptos.
Con el amargo presentimiento de que allí, sobre sus escombros, se levantará una mole más de cemento, para quien sabe qué supermercado o conjunto residencial, como la que cubre ya las reliquias del también memorable Hospital Infantil San Francisco de Paula “El Hospitalito” con igual mala suerte a nuestra inolvidable Unidad Programática Institucional UPI.

Solo me queda suplicarle a nuestro venerable ex capellán de la UPI, sacerdote Claudio Blanco, nos acompañe en una sentida oración invocando a Dios bendiciones para todos los servidores de la salud que escribimos esta amorosa, gratificante jornada y ahora, al rememorarla, apesadumbrada historia.

Barranquilla septiembre 10 de 2015

Comentarios

  1. Excelente relación de lo que fuera el primer sistema de salud familiar en el país y sus instituciones conformantes, así como la relación de los profesionales vinculados entre quienes tuve el honor de estar. Para quienes lean este comentaeio estrecho y afectuoso abeazo.

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  2. Excelente descripcion maestro profesor de lo que fue la UPi un abrazo cordial

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