DÍA DEL ANESTESIÓLOGO


"ALGO QUE DARÁ LA VUELTA AL MUNDO

En el día mundial de la anestesia


Aspiración mía, una vez, concluido el año rural era especializarme en pediatría. La oportunidad que se me dio fue en anestesiología y reanimación, en donde no había aspirantes, por la poca atracción que producía en los jóvenes facultativos de la época.  Un colega me advirtió de la escasez de anestesiólogos, en las instituciones hospitalarias de la ciudad y del país, que hizo cambiar mis planes y embarcarme en una maravillosa aventura que, en este 2017, completa 46 años de gozosa y gratificante travesía.

A comienzos de la década de los 70, del siglo pasado, el anestesiólogo no tenía la posición destacada que, hoy en día, ostenta en el ranking médico.  Era calificado un profesional de tercera categoría. Incluso, entre la gente del común, se llegaba a pensar que el “anestesista”, así nos trataban, no poseía título de médico. Algún compañero de trabajo de mi padre, llegó a increparle: “cómo es posible que tu hijo, tan inteligente, haya escogido ese oficio”. 

Cierto es, para la época, todavía, en algunas clínicas, la anestesia era administrada por una monja o una enfermera. Incluso ante la carencia de anestesiólogos, los cirujanos se veían forzados a aplicarla ellos mismos para sus intervenciones, en especial, el bloqueo raquídeo.

Cómo cambian los tiempos, hoy en día ningún médico titulado que carezca de acreditación como especialista en anestesiología puede ejercitarla. Junto con radiología son las dos únicas especialidades reglamentadas en Colombia. La anestesiología de acuerdo a ley 6º de 1991.

Me ha tocado, en suerte, ser partícipe del espectacular y consolidado desarrollo de nuestra especialidad, que la ha llevado a alcanzar el puesto de vanguardia que hoy tiene en el amplio espectro profesional de las ciencias de la salud. La Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación, SCARE, es la más sólida asociación médica del país económica, científica y gremialmente.

La figura del “médico anestesiólogo”, sin lugar a dudas es, en la actualidad, de las más encumbradas en todo el ámbito de la medicina.  Su saber es universal, penetra, como ningún otro, la multiplicidad de sus áreas, hasta lo más profundo de su entraña científica, académica y asistencial. Ello, es así, en la medida que la práctica anestesiológica abarca pacientes con toda índole de patologías quirúrgicas y, por igual, su correspondiente relación con las patologías médicas de base. Según la Asociación Americana de Anestesiología su dedicación comprende el alivio del dolor y el cuidado completo e integral del paciente quirúrgico, antes, durante y después de la cirugía". En lo que se ha denominado “medicina peri operatoria”; nuevo enfoque multidisciplinario basado en el trabajo en equipo, con un liderazgo compartido de acuerdo a las necesidades del paciente y con énfasis especial en los desenlaces.[i]

Es el anestesiólogo, además, reanimador por excelencia. Son pacientes en situación crítica, de urgencia, gravemente enfermos los que ameritan ser intervenidos quirúrgicamente o necesitan servicios profesionales de su competencia. No hay cirugía ni procedimiento médico que amerite la administración de una técnica anestésica sin riesgos.

Tenaz ha sido la tarea de los investigadores de nuestra especialidad, en la lucha contra el dolor. Su tratamiento no concierne solo al producido por el trauma quirúrgico, sino también, a sus causas y manifestaciones, más allá de la acción agresiva del escalpelo. Objetivo central del acto anestésico es la analgesia, en un proceso que incluye, además, inconciencia, amnesia. relajación muscular y equilibrio neurovegetativo. Que el paciente no tenga dolor, antes, durante, y después de la cirugía; que no sufra. “Al final de cada anestesia busca, el practicante del arte de los dioses, en cada paciente que  estupefacto regresa de este viaje… darle la dicha de volver nuevamente a la vida”.[ii]


Si hay una especialidad médica que se ha ensañado, además, contra el dolor y sufrimiento humano en general, la búsqueda de su eliminación, en cuanto es el obstáculo mayor que pesa sobre la tan buscada felicidad que todos deseamos, ha sido la anestesiología a través de las humanizadas clínicas del dolor.

Cuando en Escocia el anestesiólogo John Snow, administró cloroformo a la reina Victoria para el nacimiento de su octavo hijo Leopoldo, 1.853, quebrantando el mandato bíblico en el que “Dios dijo a la mujer, ciertamente multiplicaré tu dolor en la maternidad, con dolor producirá hijos[iii], se inauguró científicamente, a mi modo de ver,  la cruzada por una existencia indolora que propugna la anestesiología.

Anaestesia Deorum Ars,[iv] anestesia el arte de los dioses, fue el eslogan que el padre de la anestesiología colombiana doctor Juan Marín colocó sobre el glorioso escudo de nuestra asociación. Inspirado, en el aforismo hipocrático: “Divinum opus est, sedare dolorem”, obra divina es aliviar el dolor y por supuesto también en el “Anestesiólogo Magno”, como aprecia, el Dr. Marín,  al Dios creador del primer hombre,  según el génesis, cuando:  “hizo caer sobre Adán un profundo sueño; mientras estaba dormido, quitó una de las costillas, y llenó de carne aquel vacío”.[v]

Somos conscientes los anestesiólogos, arropados en la humildad, connatural a nuestra vocación de servicio por los enfermos, que no somos el dios que alivia sus males y ahuyenta de ellos el temor, tal advierte Esculapio en los consejos a su hijo que quiere ser médico. ¿Quieres ser médico, hijo mío? Aspiración es ésta de un alma generosa, de un espíritu ávido de ciencia. Deseas que los hombres te tengan por un dios que alivia sus males y ahuyenta de ellos el temor. Pero ¿has pensado en lo que va a ser tu vida?

Sin embargo, tras la lucha que libramos en cada cirugía y en cada paciente contra el aguijón de la dolencia que lo aqueja, por la fe que nos anima, experimentamos la bendita sensación de ser un instrumento elegido por la acción sanadora que viene de lo alto. De estar iluminados por la gracia divina.

El alma generosa y el espíritu ávido de ciencia que resplandece en nuestro quehacer anestésico son soportes tutelares a la dignificante tarea de luchar contra el dolor, en la que nos hemos comprometido.

“He visto algo que le dará la vuelta al mundo” exclamó el doctor Henry Bigelow, luego que el Doctor William T. Morton anestesiara a Gilbert Abbot el paciente que debía operar el doctor John Collins Warren en el Hospital General de Massachussetts.[vi] Esto sucedió el 16 de octubre de 1846.

Benditos sean el día y la hora en que, pensando en lo que “iba a ser mi vida”, decidí ser anestesiólogo. Es lo mejor que me ha podido suceder y que en esta fecha, celebro y comparto con mis colegas, miembros de una comunidad médica que ha contribuido con creces a que algo tan maravilloso, como es el arte de la anestesia, haya “dado la vuelta al mundo”, consolando a la gente que lo necesita.

 Si. Orgullosamente anestesiólogo cuando más allá de mis modestos méritos académicos mi nombre ha sido encumbrado en las páginas gloriosas de los “Pioneros e ilustres de la anestesiología colombiana”.[vii] 

 Feliz, de haber tenido el honroso privilegio de “consagrar mi vida al servicio de la humanidad”, como lo juré al momento de recibir el título de médico. Con toda mi mente y  el sentimiento más hondo de mi corazón durante casi cinco décadas de apasionado ejercicio profesional.
Barranquilla octubre 16 de 2017.
TEOBALDO CORONADO HURTADO
Socio Emérito. Ex presidente de la Sociedad de Anestesiología del Atlántico




[i]. https://www.congresoscare.com.co/bquilla/noticias/12-noticias/20-medicina-perioperatoria,
[ii] Coronado Hurtado T, 2.003, Intimidades de un Anestesiólogo, Crónicas Ético Médicas, Editorial Antillas, Barranquilla p. 30
[iii] Génesis 3:16
[iv] GONZALEZ TORRES, Andrea Catherine and NAVARRO VARGAS, José Ricardo. Semblanza de Juan Marín Osorio. Rev. colomb. anestesiol. [online]. 2010, vol.38, n.3 [cited 2016-01-06], pp. 386-393
[v] Génesis 2, 21
[vi] Collins Vincent, Anestesiología, 1.980, 2º edición, Interamericana, México, p. 5
[vii]  Ocampo T.  B, Pena B.  J, 2012 “PIONEROS E ILUSTRES DE LA ANESTESIOLOGÍA EN COLOMBIA”, Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación.  SCARE, Panamericana Formas e Impresos SA, Bogotá, p. 200 - 205

Comentarios

  1. Doctor..me ha hecho emocionar! QUE GRANDE y desconocido valor el del anestesiologo..profesion de Dioses..que hacen morir y reaccionar ante la cirugia, sin ustedes cirujanos....no podrian vanagloriarse!
    Cordial saludos y felicitaciones
    Norma de COLONNA

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