VOLVERNOS A VER. CELEBRACIÓN 40 AÑOS DE GRADUADOS. 1969-2009. No. 119.
VOLVERNOS
A VER
CELEBRACIÓN 40 AÑOS DE GRADUADOS. 1969-2009
LA VÍSPERA
Qué alegría tan grande “volvernos
a ver”.
Hacer añoranza de esa fresca tarde decembrina,
del día 18, la víspera. Salimos del Club de Pesca, en Manga, pletóricos de felicidad,
después de asistir al homenaje que nos hizo el laboratorio italiano Carlo Erba,
en donde se distinguió a Plinio Urueta Ayola como el mejor alumno de la
promoción. En nuestras manos el codiciado maletín de médico, que guardaba en su
interior el primer recetario con el nombre impreso de cada uno.
DÍA DEL GRADO
Qué enorme regocijo “volvernos a
ver”.
Revivir la noche inolvidable del 19 de
diciembre. De a pie, partimos, hacia el claustro universitario acompañados de
profesores y directivos, en procesión desde el Santa Clara.
Luego de breve coctel de calentamiento,
ofrecido por el Dr. Clímaco Silva, director del Hospital, seguimos por la Calle
Cochera del Hobo, doblamos en las Tres esquinas, atravesamos el Parque
Fernández Madrid para continuar por la Calle del Sargento Mayor y pernoctar en
el Paraninfo de la Universidad de Cartagena.
El atuendo que portábamos era sobrio, pero,
elegante: un terno de color verde oscuro, saco y corbata, sufragado con la
platica del ahorro ganado haciendo turnos en la Cruz Roja; de un convenio que
hizo la Universidad con esta institución. Vestido confeccionado en Barranquilla
en un almacén ubicado en el Paseo Bolívar, muy famoso, ya desaparecido, se llamaba
American Gentleman. Sobre el pecho lucíamos ancha estola de color amarillo
y negro con el inconfundible logo del alma mater cartagenera.
En la mesa principal hacían presencia entre
otros el Señor Rector Juan C Arango, los Doctores: Olegario Barbosa Avendaño,
Mario Alario Di Filippo, Clímaco Silva García, Luis Carlos Sebá Obregón,
Alberto Carmona Arango, Boris Calvo Del Rio, Oscar Guardo Núñez, Benjamín
Blanco. De maestro de ceremonia actuó Antonio Soto Yance, secretario de la
Facultad de Medicina.
A nombre de los graduandos llevó la palabra
Armando García Alvarado en emotivo discurso de despedida.
DIPLOMA
Detalle
curioso, no sé si Uds. lo habrán notado, el diploma de médico, por lo menos el mío,
tiene la firma doble del Dr. Abel Dueñas Padrón como Decano primero y
posteriormente de Secretario General del Ministerio de Salud durante el
gobierno de Misael Pastrana Borrero.
PARRANDÓN DE PATERNINA
Terminado el acto de graduación no sabía qué
rumbo tomar con mis padres llegados desde Barranquilla. Jesús Paternina a la
salida del Paraninfo me comentó que de San Pedro su familia había traído de todo,
hasta papayera y me invitó a que lo acompañara en su parrandón. Le cogí la caña
y a su apartamento localizado, diagonal a “Las Botas”, frente al monumento a
los zapatos viejos, en el segundo piso del edificio Mainero, fui a parar. Hasta
las 3 de la mañana del día siguiente participé, entusiasmado, de una rumba bien
sabrosa.
PASO POR LA UNIVERSIDAD
Qué grata complacencia “volvernos
a ver”. Recrearnos
en la amena reminiscencia de nuestro fructífero paso por la universidad.
Imborrable la convivencia, camaradería, franco
compañerismo que, entonces, nos unía. En este momento, si miramos hacia atrás,
el ambiente cordial que reinaba entre nosotros, en aquellos tiempos, revivirlo
ahora lo experimento una sensación única, indescriptible, que selló, no hay duda,
la sólida, cordial amistad que aún perdura entre nosotros. Existía una
admirable armonía, que el decurso de los años no ha borrado, y hace posible,
ahora, este estupendo reencuentro. Apreciarlo como si 40 años transcurridos, no
hubieran pasado, como si hoy fuera ayer.
Las palabras precisas para manifestar la
complacencia que me produce este “volver a vernos”, las tengo escondidas,
trabadas en el corazón, que emocionado percibe las que Uds., de igual forma,
guardan en el suyo, lo mismo de plácidos.
MAESTROS
Qué cosa reconfortante “volvernos
a ver”.
Evocar
la cátedra magistral en medicina interna de Isaías Bermúdez a las 7 en punto de
la mañana en el corredor arriba de la capilla del Santa Clara.
Soberbio estilo didáctico - artístico de
Miguel Camacho Sánchez en biología y de Carlos Cruz Echeverría en anatomía y
embriología. Excelentes dibujantes los dos en el tablero.
Elegante, convincente dicción de Olegario
Barbosa Avendaño en patología.
Desparpajo de Carlos Barrios Angulo, su palabra
chispeante, lo contundente de su mensaje en cirugía.
Maestría incomparable del viejito Antonio
Baena Sayas de quien aprendimos, como de ninguno otro, a descifrar signos y
síntomas.
Humildad rebosante, al fin sabios, de Mario
Fernández y Moisés Pianeta Muñoz en la sesuda, cautivadora exposición
psiquiátrica del uno y genial charla de deontología médica del otro.
Belisario Solana, Gerardo Chadid, Jorge
Milanés, Juan Burgos Arteaga y Juancho
Arango con su Intrepidez quirúrgica nos cautivaron, al igual que el salero
querendón del ¨Che Zabalo¨ (Horacio Zabaleta Jaspe) en su descomplicada praxis
gastroenterológica
El grandilocuente discurso de Roberto Burgos
Ojeda, su típica voz temblorosa en la clase de humanidades, dejó huella
indeleble en nuestra vida personal para incentivar el amor a las letras, la
poesía, a las artes en general que han
enriquecido, espiritualmente, nuestra
trayectoria profesional.
JORGE LUIS BORGES
Con Burgos Ojeda teníamos cita los viernes a
las 5 de la tarde en el Paraninfo para escuchar conferencistas invitados por el
programa de Humanidades. Tengo viva aun en mi memoria la imagen señera del más
egregio de los argentinos: Jorge Luis Borges. El invidente de ojos
profundamente azules que alucinó con la magia de su verbo la audiencia que se congregó esa tarde en busca
de esta gloria del parnaso. Cuando recitaba:
“El instante”
¿Dónde
estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas
que los tártaros soñaron,
dónde los
fuertes muros que allanaron,
dónde el
Árbol de Adán y el otro Leño?
El
presente está solo. La memoria
erige el
tiempo. Sucesión y engaño
es la
rutina del reloj. El año
no es
menos vano que la vana historia.
Entre el
alba y la noche hay un abismo
de
agonías, de luces, de cuidados;
el rostro
que se mira en los gastados
espejos de
la noche no es el mismo.
El hoy
fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo
no esperes, ni otro Infierno.
ALFONSO BONILLA NAAR
Alfonso Bonilla Naar atiende el llamado de la
tierra, de la heroica ciudad, de su claustro de San Agustín que lo corona
Honoris Causa en sesión solemne, esplendorosa y mágica. Sus versos iluminados salpicaron
como si brotaran de un refrescante manantial, nuestro juvenil asombro poético.
Cuando nos decía que:
“Siempre
soñé que el viento alguna vez escribiría unas letras de aire para mí.
Que me
prologaría un libro. Especialmente si era de versos.
Para que
fueran más leves las hojas en las manos del lector y lo que allí se dijera
llegara a los oídos de pana de las flores. Para que olieran a madrugada las
páginas. De la mano del viento todo es posible”.[i]
PROYECTO HOPE
Me
vienen a la mente los días fascinantes del Barco Hope, del Proyecto Hope, 1967;
cursábamos 5º año. Hicimos maravillas, nos divertimos, aprendimos medicina de
avanzada y claro quedamos marcados del estilo gringo para nuestro futuro
quehacer médico. Fuimos afortunados al poder usufructuar esta formidable experiencia
docente y hospitalaria.
VIVA CAROLINA PRIMERA
Cómo no hacer reminiscencia al fiestonón que
nos dimos tras el reinado de Carolina Samper.
Igual, pienso en la solidaridad, la totalidad del curso, con su trance
quirúrgico para corregirle el problema cardiaco que padecía. Y la botellita de
brandy que cargaba en el bolso para entonar su corazón enfermito.
Tuviste, Caro, el coraje, la valentía de representarnos,
airosa, en esa semana universitaria; cuando por la escasez de mujeres en
medicina teníamos que andar importando de otras carreras. Fuiste la reina de la
Facultad hace cuarenta y tantos años. Sigues siendo aún nuestra soberana, la
sempiterna reina de nuestra promoción.
Dios te bendiga Carolina.
GALENOS FUTBOL CLUB
En el Estadio Pedro de Heredia(partidos) y en
la cancha de la Base Naval(prácticas) compartí emotivos momentos deportivos.
Con Max Peña, Julio Pizarro, Freddy Mora, Armando García, Octavio Cervantes y
jugadores de otros cursos de la Facultad de Medicina que conformábamos el
Galenos Futbol Club, adscrito a la Liga de Futbol de Bolívar. Si no estoy mal el
entrenador era un señor, algo robusto, de apellido Fadul. Cada vez paso por
estos escenarios me deslumbro, al acordarme - cosas de la juventud - de las 12
0 15 vueltas trotando, que dábamos al campo, antes de iniciar las peripecias
futbolísticas.
DÉCADA DE LOS 60
Qué halagador “volvernos a ver”.
Recapitular
sobre nuestra juventud, sobre la época espectacular que nos tocó vivir. Somos la agraciada generación de los años 60,
del siglo pasado. Esta década es reconocida como la de mayor significación
histórica en el siglo XX. Hay que señalar que el 3 de diciembre de 1967 se
produjo el primer trasplante cardiaco en la ciudad del Cabo en Sur África por
el equipo de cirujanos encabezado por el Dr. Cristian Barnard y, cuando, por
única vez el hombre ha puesto sus pies en la luna: el 20 de Julio de 1969; suficiente
para aceptarlo así. Me acuerdo, como si fuera hoy que, para esa fecha, rotaba
por la maternidad Rafael Calvo y el Televisor que teníamos allí se dañó. Nos
tocó trasladarnos al Hospital del Niño Jesús, al lado, y ver en blanco y negro
el paseo de Armstrong, Collins y Aldrins por la rocosa y enigmática luna.
DE IZQUIERDA A DERECHA, DE PIES: PLINIO URUETA. GUSTAVO SABALZA, ANTONIO MARÍA REVOLLO, ANIBAL SUÁREZ SENTADOS: HUGO MEDINA, CARLOS BUELVAS, TEOBALDO CORONADO |
DE LA ESCUELA FRANCESA A LA AMERICANA
Por
estas calendas se produce la transición de la influencia francesa al patrón
norteamericano de la educación médica en Colombia. Los estudiantes de medicina
que vivimos, sentimos y participamos de este revolcón en nuestra formación académica
constituimos, por lo tanto, un hibrido afortunado de las dos corrientes en
evolución. Nos vanagloriamos de ser un prototipo, el médico singular de esta
sin igual mezcolanza en que se juntan el humanismo, la cultura del país galo
con el pragmatismo y la técnica propios del país del norte.
La deshumanización de la atención médica, tema
preocupante en la prestación del actual servicio de salud, tiene factor
desencadenante principal en la pobre calidad humana, la incompetencia
humanística del último modelo médico. Por lo general un médico inculto.
“El que solo medicina sabe ni eso sabe”
Lo sobresaliente de nuestra promoción - si
recordar es vivir, objetivo tácito de esta emotiva convocatoria - lo mejor que
nos ha podido acontecer como médicos forjados hace cuarenta años, si comparamos
con la formación actual, lo encuentro en
el saber médico, tanto teórico como práctico que adquirimos. El escaso recurso
tecnológico de la época permitió que adquiriéramos un bagaje clínico, unas destrezas
diagnósticas y terapéuticas que marcan diferencia sustancial con el saber de
las nuevas generaciones.
EVOLUCIÓN DE LA MEDICINA
Los
tiempos han cambiado y la enseñanza médica ¡qué maravilla! ha evolucionado de la
tiza y el mimeógrafo a la fotocopiadora y el computador. De voluminosos textos
de estudio a las páginas web y los USB.
“De grandes cirujanos, grandes
incisiones” a la cirugía
mínima no invasiva. De la cirugía a cielo abierto a la cirugía
videolaparascopica. Para referirme, solo, a lo que tiene que ver con la
actividad quirúrgica.
Ser médicos, con una competencia profesional a
toda prueba, más formidable competencia ética y humanística, es, ha sido,
nuestro mayor orgullo.
En buena hora la Facultad de Medicina de la
Universidad de Cartagena nos preparó para consagrar nuestras vidas al servicio de
la humanidad acicalados con estas dos imprescindibles competencias. Que
han permitido proyectar a lo largo de ocho lustros de vida profesional
el preciado don de gentes de nuestros mayores, de nuestros ancestros. Sabiduría
y talante, heredados, de los insignes maestros que nos enseñaron el arte y la
ciencia hipocrática. Gallardía y señorío que nos honra como condiscípulos,
colegas y amigos.
Para la gloria de Dios, en este luengo
recorrido, por ahí vamos, todavía, cabalgando cual quijotes buscando regocijos
y fantasías como niños; soñando con la mirada bien hacia lo alto, tal si el
espíritu indomable de la juventud se resistiera a abandonarnos. La mayoría con su faena jubilosamente
cumplida, otros más bregando, con arrebato galénico y muchas ganas, para no
perder la costumbre.
ÁNGELES CUSTODIOS
Qué bueno “volvernos a ver”.
Rendir respetuoso tributo a la memoria, las
voces en imperecedero silencio de Arteta Niebles, Lucho Barrios y Rosales
Hoocker que repican vivaces en nuestra alma con el reconfortante mensaje de que
sigamos adelante, no obstante, achaques propios de la partida de sexagenarios,
felizmente realizados, que somos. Con el
gozo que, a ellos, compañeros que ya no están, produce interceder ante el padre
celestial como ángeles custodios, nuestros ángeles de la guarda, nuestra dulce compañía,
que no nos desamparan ni de noche ni de día. Amén.
BRINDIS
Qué fantástico, qué placentero
“volvernos a ver”. Levantar
entusiastas una copa por la meritoria epopeya por cada uno realizada.
No todos los días, ni todo el mundo puede concederse el lujo que nos estamos dando, en esta noche excelsa, ¡apreciados compañeros¡ de congratularnos en el festejo de cuatro décadas ininterrumpidas de cultivo a una misión, de excepcional servicio a la gente, como la medicina, que demanda eximias calidades y acrisoladas virtudes.
En la certidumbre, de haber respondido con
pundonor a su causa y, honor, cumplido este llamado providencial; desde el
primer día de clases, estudiantes de física del Monsieur José Egel. Y a partir del mismo momento que nos
iniciamos en la profesión ese memorable 1º de enero de 1969, cuando emprendemos
el año de internado rotatorio. Muchas gracias.
Gracias Dios mío, por “Volvernos a
ver”.
Salud y sursum
corda. Arriba los corazones.
Teobaldo Coronado Hurtado
Cartagena diciembre 19 de 2009.
CARLOS CRUZ. ANATOMÍA. |
CLÍMACO SILVA. GINECOLOGÍA |
OLEGARIO BARBOZA. PATOLOGÍA |
ISAÍAS BERMÚDEZ. MEDICINA INTERNA |
[i] Revista
IL NOSTRO MUNDO, Publicación de
Laboratorios Carlo Erba, Bogotá, febrero15-28
de 1970, p. 6
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