MASCARILLAS, GOTITAS DE FLUGGE Y CREMACIÓN. ANTECEDENTES HISTÓRICOS. Edición No. 142
INTRODUCIÓN
No
estaba entre mis planes volver a ponerme la mascarilla quirúrgica que colgué
hace diez años tras cuarenta de intensa práctica clínica como médico
anestesiólogo. Cierto es que, desde mucho antes de la pandemia, poco salgo de mi casa; ahora con la cuarentena menos;
de modo que a la N 95 es escaso el uso que le he dado.
La
mascarilla o tapabocas que los profesionales de la salud hemos utilizado, rutinariamente,
para ejecución de procedimientos médicos o quirúrgicos, ha sido impuesta, ahora,
por orden del gobierno nacional como medida preventiva en contra del coronavirus. De porte obligatorio para la comunidad en general, no solo en Colombia, también en casi todos
los países afectados por la primera pandemia del siglo XXI. Sabrá Dios cuántas
pandemias más nos esperan en el futuro.
“Como
hecha la ley, hecha la trampa”, desde siempre, desde su invención, se da el
caso de personas que resisten a taparse boca y nariz - porque no es solo la
boca - con esta vestimenta facial, mostrando así una indisciplina social, un
desconocimiento de la norma que repercute, en forma grave, en la diseminación
del virus, la propagación de la epidemia que, entre otras cosas, es delito
contemplado en el código penal colombiano, artículos 368 y 369.
Artículo
368. “El que viole medida sanitaria adoptada por la autoridad competente para
impedir la introducción o propagación de una epidemia, incurrirá en prisión de
cuatro (4) a ocho (8) años”.
Artículo
369. “El que propague epidemia, incurrirá en prisión de cuatro (4) a diez (10)
años”.
Existe
la creencia en jóvenes y mucha gente, de bajos recursos económicos, de que
ellos son inmunes al covid 19. El coronavirus, según estos últimos, es
enfermedad que solo ataca a personas pudientes. Con este sofisma, justifican su
comportamiento irresponsable.
En la
elucubración histórica que en esta reseña me permito presentar, sobre el origen
de la mascarilla quirúrgica, tapabocas o barbijo, observaremos que no es
fenómeno nuevo este rechazo, presente, aunque parezca increíble, en el mismo
ámbito científico.
La mascarilla
quirúrgica, como tal, fue ideada en 1897 por el cirujano austriaco Johann Von
Mikulicz Radecki. Ese mismo año, el
médico francés Paul Berger había experimentado en lo que podríamos considerar
un tapabocas convencional, pero que le sirvió de protector en sus
intervenciones quirúrgicas.
En
1910, el medico chino Wu Lien-teh, diseñó una mascarilla hecha de gasa y
algodón, además de otras capas de tela, para proteger a la población de
Manchurria, al norte de China, de la peste bubónica. Además de promover la
cremación para víctimas de la peste.
En
1918, durante la denominada “Gripa española” el tapabocas del doctor WU se
presenta como protector símbolo de esta epidemia que causó la muerte a más de
50.000000 de personas en el mundo.
Solo
hasta 1926 la mascarilla quirúrgica es aceptada como parte obligada de la
aséptica indumentaria quirúrgica. “En 1926 se hizo obligatorio el uso de la
mascarilla, porque tanto en Norteamérica como en Alemania y Francia se estaba trabajando
con microorganismos y ya se sabía que éstos estaban dentro de la sala de
operaciones”.[i]
"Nunca
he usado una máscara, y ciertamente nunca lo haré". Fue
respuesta del científico Louis-Felix Terrier (1837-1908), tratando de hacer
quedar mal al médico francés Paul Berger, cuando el 22 de febrero de 1899, presentó
ponencia a la Sociedad de Cirugía de París sobre el uso de una máscara en las
operaciones. Decía Berger que: "Durante
varios años, me han preocupado las gotas de líquido proyectadas desde la boca
del operador o sus asistentes y que pueden favorecer las infecciones que
todavía se ven de vez en cuando en condiciones de asepsia quirúrgica que aparentemente
son satisfactorias".
Su
inquietud surgía de algunos casos con supuración en intervenciones que
consideraba limpias. Poco tiempo después padeció periostitis dental que pensó
tenía origen en uno de sus asistentes con un absceso dentario. Esto le dio
motivo para pensar que gotas de saliva proyectadas por el cirujano o sus
asistentes, al hablar, eran factor determinante de la contaminación en
quirófanos. Convencerse, en carne propia,
de la tesis del doctor Carl Flügge, bacteriólogo e higienista alemán, que
demostró en 1897 la presencia de patógenos en gotas espiratorias en cantidad suficiente
para contaminar alrededores de un individuo infectado.
Demostró Flugge, incluso,
que al hablar en voz baja se forman gotas diminutas que se nebulizan en el aire.[iii]
Son las llamadas “gotitas de Flugge” que en la actual pandemia del
coronavirus denominan con el comercial nombre de “aerosoles”.
12 de septiembre 1847 - 10 de diciembre 1923) ://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Fl%C3%BCgge |
Fue
así como en octubre de ese mismo año, 1897, decide el Doctor Berger utilizar "una
compresa rectangular de seis capas de gasa, cosida en su borde inferior a su
delantal de lino esterilizado (él tenía una barba para salvaguardar) y el borde
superior sostenido contra la raíz de la nariz con cuerdas atadas detrás del
cuello".
A Paul
Berger, profesor de Cirugía y Patología Clínica en la Faculté de Médecine de
París, se considera precursor del uso
del tapabocas, pero, verdadero pionero de la mascarilla quirúrgica, tal como se emplea hoy en día, se estima al discípulo del gran Theodor Billroth el doctor Johann
Von Mikulicz-Radeck.
JOHANN
VON MIKULICZ-RADECK.[iv]
Mayo 16 de 1850 - junio 4 de 1905: //commons.wikimedia.org/wiki/File:Johann_Mikulicz-Radecki.jpg |
Billroth,
en un principio, no consideraba al doctor Mikulicz buen candidato para cirujano,
por su baja estatura y delgada contextura. Con el tiempo lo tuvo entre sus
alumnos predilectos – ambos aficionados al piano en especial a la música de Johannes
Brahms - y envió en 1879, becado durante cinco meses, a Inglaterra para que
aprendiera las técnicas antisépticas de Lister.
De
regreso a Viena es nombrado jefe del Departamento de Cirugía en la Universidad
Jagellónica; allí realiza una serie de cambios para corregir las pésimas
condiciones asépticas de su hospital, la Clínica Breslau, en donde el quirófano
principal era, a la vez, salón de conferencias y sala de primeros auxilios. Introdujo
las técnicas de esterilización a vapor para el instrumental quirúrgico. Establece
por vez primera la postura de guantes de seda o algodón estériles y, poco más
tarde, los de goma, la mascarilla facial, y estricto lavado de manos con
alcohol. Con todos estos esfuerzos se logró en la Clínica Breslau que el 99% de
las heridas sanaran sin complicaciones.
Alumnos
de Mikulicz en Breslau fueron, nada más y nada menos, que los prohombres de la
medicina estadounidense doctores: William y Charles Mayo de Rochester,
Minnesota, John Murphy de Chicago, y Harvey Cushing de Boston.
El
doctor Wu Lien-Teh nacido en Penang, es primer estudiante de medicina de
ascendencia china en estudiar en la Universidad de Cambridge. Pasó
sus años de licenciatura en el Hospital St Mary's, Londres. Nominado al Premio Nobel de Fisiología o
Medicina, en 1935 es considerado "Padre de la Medicina Moderna" de China.
El
doctor Wu al realizar una autopsia (no aceptada en China en ese momento) a mujer
japonesa que había muerto de la peste pudo comprobar que la peste se propagaba
por el aire. Este descubrimiento lo motivó a desarrollar una máscara resistente
de gasa y algodón a la que agregó varias capas de tela para filtrar el aire, mejorando las que había visto durante su formación en Cambridge.
Caso
similar a lo sucedido a Paul Berger se dio con el médico chino. Gérald Mesny, renombrado médico francés al que Wu le explica su teoría de que la peste es
neumónica y se transmite por el aire, lo humilla y en términos
racistas dice: "¿Qué podemos esperar de un chino?". Para
probar este punto, [Mesny] va y atiende enfermos, en un hospital de plagas, sin usar la máscara de Wu, y muere en dos días con la peste”.[vi]
Se
cree que la máscara N95, de moda en la actual pandemia del coronavirus, es
descendiente del diseño del doctor Wu Lien- Teh.
Cremación. Además, del diseño de la máscara, es de gran relevancia para la actual pandemia que vive el mundo, recordar que la cremación de las víctimas de la peste es iniciativa suya al solicitar permiso a las autoridades chinas para su realización.
A la
postre la cremación resultó ser punto de inflexión de la epidemia que azotó
a su país en 1910. Días después de que
comenzaran las cremaciones, la peste comenzó a disminuir y en cuestión de meses
había sido erradicada.
En la
presente encrucijada, del coronavirus, como medida de seguridad es viable la
cremación, a cualquier paciente sospechoso de covid y, más aún, si la enfermedad
que lo aqueja va asociada a sintomatología respiratoria.
Ante la
agresividad del virus lo prudente, por parte del personal de salud que lo
enfrenta, es considerar, cuanto paciente llegue a las instalaciones
hospitalarias, positivo para covid mientras no se demuestra lo contrario. Es la
forma más eficaz de cuidarse ellos, proteger a su familia y demás enfermos hospitalizados. Este mismo
criterio, recuerdo, abocamos en la epidemia del SIDA, década de los 80 del siglo XX.
De
allí el carácter ético legal de la cremación a victimas sin confirmación de
covid y, si el diagnóstico es positivo con mayor razón, de acuerdo con
protocolos establecidos por las autoridades de salud. Dolorosa determinación,
pero está en juego la protección de la vida y salud de la comunidad que se estima sana. De todos
[i] Del Rio Diez Luis, Uso sistemático
del barbijo quirúrgico. ¿Cuál es la evidencia científica al respecto? .Intramed
Journal, Santa Fe, Argentina. Vol 5 No
1.
[ii] https://es.qwe.wiki/wiki/Paul_Berger
[iii] Guillermo Murillo-Godíne, Las
gotitas de Flügge, Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2009; 47 (3): 290
[iv] https://www.historiadelamedicina.org/mikulicz.html
[v] https://en.wikipedia.org/wiki/Wu_Lien-teh
[vi] https:// Mark Wilson, odontologos.com.co/noticia/la-historia-no-contada-del-origen-de-la-mscara-n95.
Abr 02 de 2020
Y que es ser escritor? Sino saber expresar con letras lo que se lleva en el alma? Tu lo sabes hacer a la perfección. Como cualquiera de las artes, se necesita aprender y practicar el instrumento: pintura, escritura, tocar musica, etc para expresar las emociones en nuestro corazon. Existen buenos pintores, pero no necesariamente son unos artistas, en cambio hay artistas que no son muy buenos pintores; entonces para mi la escritura es solo el instrumento que usa el escritor para expresarse. Entonces tu eres uno de ellos, y de los mejores que he leído. Te quiero
ResponderBorrar