HEROES DE PAPEL
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Doctores: Hugo Medina, Teobaldo Coronado, Julio Mario Llinás, Efraín King Rocha, Nazario Hani |
HÉROES DE PAPEL
Por. Julio Mario Llinás Ardila
Los funcionarios del sistema de salud,
comenzando por el portero de los hospitales e involucrando a todos los que en
el laboran, a raíz de la pandemia que
actualmente padecemos, han sido
clasificados como héroes, especialmente los médicos que mantienen una relación
más íntima con los enfermos. Así aparecen en los periódicos cuando por causa
del coronavirus han perdido dolorosamente la batalla.
Algunos médicos solicitan que no los
consideren o califiquen de esa manera pues es apenas lógico que esas circunstancias
son propias de su estatus profesional. Pero sí creen justo que, al menos, se
implementen mejores medidas para prevenir tan peligrosa enfermedad y que se
cumplan las obligaciones contractuales.
No nos extrañemos. Es tradición que
la sociedad en general y los gobiernos en particular hayan sido mezquinos con
el médico en su aprecio y reconocimiento. Es una tragedia ya proverbial la que hemos
vivido quienes hemos dedicado nuestras vidas al noble ejercicio de la medicina que,
más que una profesión, es un apostolado.
Existe un cuadro del Renacimiento holandés
en donde se resumen estas vivencias del médico. Sucede que cuando
llega a ver un paciente es atendido como un dios y al final cuando este se
mejora y cobra sus honrosos honorarios, es visto como un demonio.
Algo similar estoy viviendo con la
desagradable y lamentable situación a causa de la decisión tomada por COLPENSIONES
de suspender el pago de mi pensión de vejez adquirida por mi vinculación con el
Hospital General de Barranquilla, entidad de carácter público, como médico ginecólogo-
obstetra por más de veinticinco años. Me pensione en 1995 cotizando en CAJANAL
que luego se transformó en FOPEP. Simultáneamente ejercía como profesor en la Facultad
de Medicina de la Universidad Libre, entidad privada, en que cotizaba en el
SEGURO SOCIAL que ahora es COLPENSIONES. En ambas vinculaciones amparado por la
Ley que permitía la situación de cotizar para tener jubilación en ambas
entidades por ser docente y ser médico.
Hoy, en el ocaso de mi vida cuando la única actividad
que ejerzo, a pesar de estar luchando contra dos procesos neoplásicos, es la de
ser presidente de la Academia Nacional de Medicina, Capitulo del Atlántico.
En
medio de esta situación, apremiante para todo el género humano como la actual
pandemia, de la cual no estamos exentos, la entidad mencionada intenta
clasificarme como delincuente por haber cobrado dos pensiones de vejez que son
a todas luces legalmente adquiridas en
mis actividades profesionales.
Da dolor y tristeza que entidades estatales
interpretando la ley erróneamente sin cumplir con los requisitos del debido
proceso decidieran desvincularme sin habérmelo comunicado suspendiendo el pago
de mis mesadas y amenazando con sanciones penales cuando anda tanto delincuente
suelto por las calles y cuando hemos
dedicado nuestras vidas a proteger la salud de todos.
JULIO MARIO LLINAS ARDILA. Presidente
Academia Nacional de Medicina,
Capitulo del Atlántico Barranquilla
Abril 29 , 2021
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