VINCENT Y YO

 

VINCENT Y YO 

Beyond Van Gogh: The Immersive Experience”


Girasoles. Pintura de la artista Mónica Coronado Arana.


Introducción

Mónica Coronado Arana. Arquitecta, pintora, Diseñadora de cocinas y baños 

Mónica, mi hija, me comentaba de la exposición sobre la obra de Van Gogh que había visitado en estos días en San Diego, California en donde reside. Al escucharla emocionada e impactada,  en lo que me decía,  le sugerí escribiera sus impresiones para llevarlas al papel. 

Basado en su carta elaboré, en mi personal estilo literario, la siguiente crónica que conserva, casi que textualmente,  apartes sobresalientes de su emotiva comunicación.  

 “Amigos cercanos que me conocen y saben de la gran influencia de Vincent Van Gogh en mi trabajo artístico me recomendaron asistiera a la exposición que recorre el mundo bajo el título de “Beyond Van Gogh: The Immersive Experience” en el Wyland Center de Del Mar en San Diego, California, lugar en donde resido hace más de diez años.

“El pasado domingo, 13 de febrero, dispuse concurrir con mis mejores galas al encuentro con la obra monumental de quien ha sido personaje icono de mis amoríos pictóricos y, también, de mis pasiones vitales. La emoción que me embargaba se avivó por el esplendor de una soñada mañana californiana con   un sol radiante que hacía del azul del Pacifico mar otro cielo con olas igualmente emocionadas. 

La exposición. Quedé anonadada cuando me adentro a la gran sala de exposición del Wyland y  doy de cara con la magia tecnológica que mapea con impresionante proyección digital, audiovisual, más de 300 muestras de las pinturas de Van Gogh.  Como si hubiera concertado una cita sentimental con Vincent sentí, de una, su energía, su pasión y su sufrimiento. Su espíritu multicolor invadió todo mi ser, posesionada por él. 

Theo. En la primera parte del espectáculo llamaron mi atención una serie de fotos con fragmentos de cartas que el solía escribir a Theo su hermano querido, su más ferviente admirador.  Desde este preciso momento empiezo a captar sorprendente conexión intima con Vincent, la que yo quería. La vivencié en las palabras que escribe a Theo, las leí y tuve la grata impresión de que estaban a mi dirigidas: “Me gustaría caminar contigo para averiguar si miramos las cosas de la misma manera”. Casualidades tiene la vida Theo es también el nombre, apodo, de mi adorado padre.

Todos, individualmente, observamos el universo que nos rodea de diferentes maneras.  En realidad, más que con los ojos vemos con nuestro corazón, es decir, con nuestras emociones, memorias, experiencias y deseos.  Los ojos son, solo, una herramienta, lo demás es cuestión de lo que realmente llevamos dentro, de lo que en nosotros palpita.

Vincent era un hombre lleno de amor y con una angustia infinita por mostrar a los demás como veía el mundo, por eso pintaba, esa su razón de ser. Su palabra no era comprendida. Su mundo lo vislumbraba con una gama de azules intensos en que cada uno de ellos revela la paz de sus pensamientos, amarillos mantequilla más brillantes que el oro, rojos tan fuertes que translucen un dolor profundo, existencial; tonos violetas que muestran conexión con su esencia, cercanía con lo sagrado, con lo divino.

 

Girasoles enamorados. Obra de Mónica Coronado Arana.


En una de las salas, a través de una película que dura 35 minutos, tuve la placentera sensación de pasearme por sus sombreados paisajes rurales, de deleitarme con su noche saturada de estrellas.  En medio de lirios y girasoles lograr entender, por experiencia semejante por mi vivida, el dolor tan grande que cargó durante su precoz recorrido vital, la amarga pena que padeció por no ser entendido, ni aceptado y de remate ser juzgado y encerrado en asilos como si fuera un enfermo mental.

Es el mismo penar de los que solemos amar con pasión, en búsqueda siempre de lo bello y sublime que brinda la vida. Pareciera que lo más fácil, para algunos, es enfocarse en lo negativo, en lo que destruye, como si este fuera el característico instinto de supervivencia de la especie humana.

Seres humanos como Vincent,  que ponen alma, vida y corazón a todo lo que hacen   y lo muestran con sus acciones y con sus obras,  son tildados por el común de la gente como locos. “Este mundo no era para alguien tan hermoso como tú”, exclama John Mclean en su canción Starry, Starry Night, que se alcanza a escuchar en el trasfondo de las imágenes deslumbrantes que pasan.

 

MI RELACIÓN CON VAN GOGH

5bb683192200004301dcd39f.jpeg (960×1208) (huffingtonpost.com)


Mi relación artística con Vincent va mucho más allá de mezclar colores, la de seguir sus pasos cuando,  pincel en mano, su espíritu me inspira cada vez lo deslizo sobre el blanco lienzo. Me ha enseñado, mi devoción por él, a como experimentar las emociones que revolotean dentro de mí y así poder hablar, gritar, protestar y también amar para traducirlas en emotivos y vistosos cuadros. Al igual, que él, sin ser muchas veces entendida.

Desde mis  años de estudios, arquitectura,  en la Universidad Autónoma del Caribe, de mi Barranquilla natal, me produjo fascinación la obra y vida de Vincent Van Gogh. Sin embargo, quien más influyo a crecentar mi admiración,  por el “más popular de los pintores” que ha existido,  fue un amigo, “amor de mi vida”, cuando cursaba la maestría sobre paisajismo en el Politécnico de Cataluña en Barcelona. De eso, hace aproximadamente 25 años. Un día pintando mis girasoles me dijo que se parecían a los de Vincent. Mi entusiasmo volvió sobre el insigne pintor y al estudiarlo, más detenidamente, descubrí que estábamos conectados. Para la   época pinte varios cuadros en se podía notar su gran influencia, según mis observadores.

 

Conclusión

Girasol copulando. Pintura de Mónica Coronado Arana

Fueron hora media de inolvidable encanto en  las que me extasié con esta espectacular exhibición “Beyond Van Gogh: The Immersive Experience” que recorre el mundo para inmenso regocijo de los innumerables amantes del arte.

Solo me anima mostrar el sentimiento profundo que me produjo solazarme, gracias a la tecnociencia, con la grandeza de un genio maravilloso, orgullo de la humanidad. La cercanía con sus pinturas, en esta exhibición, me dio la fantástica ilusión de tenerlo a mi lado. Mi rostro asombrado cambiaba de color, al mismo tiempo con los colores, sus colores mágicos que parecían mirarme. Me estremecí de amor por él y llore, llore como una niña en su regazo. Lo sentí muy cerca, cerquita de mí y entendí una vez más su pena, su dolor y su sufrimiento".  


Teobaldo Coronado Hurtado

Barranquilla 2 - 22 - 2022


 

 

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