AYER, HOY Y EL FUTURO. En el sesquicentenario de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. 1873 -2023.



AYER, HOY Y EL FUTURO

En el sesquicentenario de la Academia Nacional de Medicina de Colombia.  1873 -2023.

Por Julio Mario Llinás Ardila

Dr. Julio Mario lLinás


AYER

Evoquemos la memoria de los médicos visionarios que cuando el país curaba heridas de las guerras de independencia y otras confrontaciones civiles y la medicina aún se debatía en intentos por convertirse en verdadera ciencia, estos médicos naturalistas se agremiaron para crear la actual Academia Nacional de Medicina de Colombia. Organismo que durante 150 años ha logrado conservarse como institución que estudia y analiza temas de la esplendorosa ciencia médica mundial y se constituye en refugio sagrado de lo más excelso de nuestra profesión. Loor a su gloriosa vida.!

 

Pienso que   el Gobierno Nacional, en reconocimiento a su loable misión, los nombró asesores de salud y educación médica; condición ratificada en sendas leyes agregándole otras responsabilidades en temas de seguridad social.  Sin embargo, su participación institucional ha quedado supeditada   a la voluntad de mandatarios de turno - ministros, gobernadores, alcaldes – que, únicamente, por necesidad de asesoría o por amistad recurren a su colaboración sin tener en cuenta que todos y cada uno de los conceptos y recomendaciones, por ella emitidos, requieren tiempo, estudio y dedicación.  Responsabilidad que no se puede tomar a la ligera cuando la salud ha sido elevada a la categoría de derecho fundamental del pueblo colombiano.

Es tiempo ya de que las leyes que la han responsabilizado de esta asesoría sean formalizadas a través de un "decreto reglamentario" que establezca las condiciones permanentes en que deben ser ejecutadas a través de comisiones estables y remuneradas. Obvio con el acatamiento de los mandatarios de turno.


Doctores. Carlos Tache, sectario; Ana María Segura, Vocal; Julio Mario Llinás, presidente; Carlos López Pinto, tesorero, Teobaldo Coronado, vicepresidente. Capitulo Atlántico. Academia Nacional de Medicina.


HOY

Digno de elogios el comportamiento de la Academia en los momentos cruciales vividos con la pandemia del coronavirus, que aun padecemos, y el sentido de responsabilidad del personal de la salud aun con el sacrificio de sus propias vidas ante semejante calamidad. 

Encomiable ha sido la labor de divulgación través de los sistemas virtuales que, lamentablemente, en manos de políticos y gente de toda laya sirven de vehículo para lanzar opiniones que hacen daño a la humanidad.

 

EL FUTURO

El estudio, investigación y divulgación del tema medico no es frecuente en nuestro medio. Algunos mecenas y universidades patrocinan la investigación que, además, es muy costosa. Es necesario que la Academia promueva medios de divulgación a las nuevas generaciones de médicos porque el común de los profesionales solo se preocupa del diario vivir. Desde la Universidad hay que promocionar la imagen de nuestras instituciones, de la Academia Nacional de Medicina en particular, porque la comercialización a ultranza ha desdibujado la categoría y la misión que antes tenía.

Se debe organizar un sistema de seguridad social para todos, en especial, para los que llegan a la senectud acompañada esta, casi siempre, de soledad y pobreza. Apoyarlos cuando son blanco de atropellos por las mismas instituciones del Estado que por diversas razones los perjudican.  Encontramos colegas   que no tienen ni como pagarse los costos de una defensa ante una demanda o por la violación de sus derechos laborales.

La Pandemia trajo, con el obligado aislamiento, un desajuste emocional que toca a toda la población a nivel mundial. Esto ha conllevado una crisis relacional, especialmente, en la vida sexual.  Nunca se había visto tanto feminicidio ni tanta violación de mujeres y niñas. 

Es urgente una campaña de educación sexual que debe empezar por los médicos que no han tenido en su currículo académico una cátedra de sexología, ni siquiera en las especialidades medico quirúrgicas. Solo una facultad de medicina en Colombia tiene cátedra de sexología y la mayoría de los profesionales sexólogos que ejercen el oficio no son médicos, son psicólogos en su mayoría.

Hemos sido una sociedad pacata, los educadores no reciben educación sexual, tampoco los padres de familia. Los adolescentes tienen derecho a ser educados sexualmente - que no sea únicamente a través de instrumentos   pornográficos o en burdeles.

La Academia podría iniciar una campaña de educación sexual dentro de los programas de salud mental. Actividad   multidisciplinaria que debería ser parte de programas educativos desde la infancia.

 

Colofón

 La unión hace la fuerza. Los médicos hemos preferido “ser cabeza de ratón y no cola de león”.  Hemos caído en la trampa de crear sociedades para todo en vez de aprovechar la solidez que da la tradición de una institución como la Academia Nacional de Medicina que el año próximo, 2023, celebra 150 años de existencia.   Con el agravante de que los gobiernos patrocinan la política de “divide y reinaras”. De este modo nuestras propuestas no son valoradas.

Debería impulsarse una norma en que una sociedad con vocería oficial como lo es la Academia de Medicina tenga un 30 a 40 % del cuerpo médico del país a ella vinculado. Labor de proselitismo que debe arrancar en las universidades entre los docentes que acrediten carrera profesoral certificada.

Son sugerencias que respetuosamente pongo a consideración y que ojalá no caigan al vacío.




Julio Mario Llinás Ardila

Presidente. Capitulo Atlántico


Barranquilla junio 22 de 2022

 

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