SINDROME DEL TRABAJADOR QUEMADO
SINDROME DEL TRABAJADOR QUEMADO
Introducción
El pasado jueves
13 de marzo, por invitación del doctor Carlos Barrera Guarín director del
posgrado de medicina interna de la Universidad Libre de Barranquilla, dicte la conferencia sobre el “Síndrome de Burn out” a médicos que realizan esta
especialidad. El presente escrito corresponde a algunos apuntes de mi
exposición.
En el argot
deportivo se suele decir, cuando un jugador no da los resultados esperados: por
mal estado físico, por agotado o no rinde lo que debe rendir, por malo, que
está “Quemado”. Mientras, en el lenguaje cotidiano uno dice que se siente
“Fundido” después de una agotadora jornada o actividad intensa, cualquiera que
sea. “Ya no doy más, tiro la toalla” exclamamos para indicar que hasta aquí
llegamos. El inconveniente surge cuando el “estar quemado o fundido” deja de
ser ocasional para convertirse en una actitud de “flojera” permanente, de no
hacer nada. Desmotivado.
El mundo actual
con sus avances tecnológicos, con el “tecnoestrés” que incita a vivir de forma
acelerada, bajo una tensión sin pausa, “la prisa no trae sino cansancio”, ha
acrecentado esta situación de desgaste o acabamiento emotivo y físico hasta
convertirla en un estadio patológico denominado con terminología anglosajona “Síndrome
de Burn Out”.
Poca atención
había prestado el estamento medico a esta anomalía, abordada con énfasis por los psicólogos, hasta fecha reciente en que ha sido tema de preocupación
de los especialistas de diversas ramas de la medicina.
Fue el psiquiatra
Herbert Freunderberger en 1974, de la Free Clinic de Nueva York para
toxicómanos, quien hizo primer informe sobre esta anomalía. Observó entre sus
compañeros voluntarios, que al cabo de un tiempo la mayoría mostraba
desmotivación, falta de interés por el trabajo, agotamiento, ansiedad y
depresión.
https://www.google.com/search?q=cristina+maslach+burnout&tbm=isch&ved=2ahUKEwj-h |
SINDROME
PSICOLÓGICO. La psicóloga estadounidense Cristina Maslach (1981) lo
considera un “síndrome psicológico”, por estrés crónico laboral caracterizado
por:
a. AGOTAMIENTO EMOCIONAL. Impotencia de los
propios recursos emocionales. Sentimientos de estar muy agotado emocional y
psicológicamente
b. DESPERSONALIZACIÓN. Respuesta negativa,
insensible y excesivamente fría, cínica, frente al otro.
c. REDUCCIÓN EN LA REALIZACIÓN PERSONAL. Declive
en los sentimientos de competencia y buenos resultados en el trabajo Evaluación
negativa de los logros en el trabajo y con las personas,
Se da con
frecuencia, este síndrome en profesionales de la salud y educadores, por ejemplo,
que laboran al servicio de otras personas y sometidos, con mayor rigor. a las
exigencias de la sociedad, las empresas y del mismo Estado.
La doctora Maslach,
nacida en San Francisco, USA, en 1946, actualmente es profesora del Departamento de
Psicología y vicedirectora de pregrado en la Universidad de California en
Berkeley. Es conocida como una de las mayores expertas e investigadoras del
Síndrome de Burnout y autora del "Maslach Burnout Inventory" (MBI), el instrumento más utilizado para la evaluación
de este síndrome.
En enero de 2022
la Organización Mundial de la Salud, OMS lo incluyó en la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE-11) con la implicación capacitante que
produce, desde el punto de vista ocupacional, si se padece.
DESPERSONALIZACION
Y DESHUMANIZACION. Cuando las condiciones laborales desconocen aspectos
humanos del trabajador se abre una gran brecha entre la naturaleza del trabajo
y la naturaleza de las personas en favorecimiento de un entorno malsano, de
alta tensión emocional que conlleva a una situación de estrés crónico, característica
primordial del síndrome de Burn out.
La despersonalización,
del profesional de la salud que sufre este síndrome, consecuencia de un entorno
institucional incómodo, recargado, poco grato, produce una reacción en cadena
de “deshumanización de la atención médica”, tal cual observamos en muchas
instituciones hospitalarias. La
humanización que tanto se reclama en la prestación del servicio de salud ha
tenido, por lo general, un enfoque protector. solo, de la dignidad de los enfermos y poco,
pocón en la defensa de los justos derechos del trabajador médico que tambiÉn se enferma.
ESTRÉS CRÓNICO. El idealismo,
perfeccionismo y romanticismo que inspira a sanitarios, docentes y cuantos
sirven a la sociedad choca con el maltrato laboral, falta de reconocimiento
económico y desprecio de la comunidad creando un escenario propicio para esta
patología, de estrés crónico, que se
manifiesta por signos y síntomas de connotación psicosomática que van desde
intranquilidad, irascibilidad, negatividad e insomnio hasta depresión y suicidio,
pasando por drogadicción y alcoholismo. Con consiguientes perturbaciones sobre
la integridad física expresadas en enfermedades cardiacas, gastrointestinales, metabólicas
y endocrinas entre las más frecuentes.
Algunos autores
consideran que el origen del burnout se presenta por la necesidad que tienen
las personas de encontrar sentido a su existencia. Si no se siente realizada
con lo que hace experimenta una sensación de frustración, de fracaso que
desmotiva. De allí que individuos con alta motivación sean sensibles a este
síndrome. Si no ven colmadas sus aspiraciones se queman. La experiencia nos
enseña cómo hasta renombrados deportistas y famosos personajes de toda índole, políticos
y hasta presidentes se queman antes de tiempo.
OTROS FACTORES EN EL MÉDICO Considero que factores, poco manifiestos en las publicaciones que revisé como el ejercicio de una “medicina a la defensiva”, bajo la espada de Damocles de una demanda por mala práctica; los celos profesionales entre colegas compitiendo entre el que tenga mejor calidad de vida y éxito profesional; el consumismo reinante en que se gasta más de lo que se gana, elementos de gran tensión anímica que son, determinan un desgaste emocional, que, tarde que temprano, producen sus efectos letales en el estado de salud, en el buen suceso del practicante de la medicina.
https://www.larepublica.co/salud-ejecutiva/reuniones-periodicas-y-pausas-activas-claves-para-prevenir-el-sindrome-del-burnout-3462793 |
UNIVERSIDAD LIBRE. INVESTIGACION. En
un estudio realizado en 2018 por los doctores Jorge Antonio Blanco Durán y Luis Rodrigo
Taboada González, para optar por el título de especialistas en medicina interna
en la Universidad Libre de Barranquilla, entrevistaron a 82 médicos residentes
de la misma especialidad, de las Universidades Libre, Metropolitana y Simón
Bolívar, utilizando el test de Maslach, Burn out Inventory, MBI, (consta de 22
preguntas).
De la
investigación de los médicos unilibristas resalto los resultados, de este
trabajo de singular importancia, en
cuanta es reflejo del estado de esta patología de la “Sociedad moderna” en nuestro medio así:
CANSANCIO
EMOCIONAL 37%
DESPERSONALIZACIÓN 31%
REALIZACIÓN
PERSONAL 14%
La prevalencia de
cansancio emocional y despersonalización se ha atribuido a la sobrecarga laboral
asistencial.
La menor insatisfacción
con la realización personal está relacionada con factores culturales que tienen
que ver con el éxito, la satisfacción laboral y variables socio demográficas como
edad, género, estado civil y estrato social.
Entre las edades
de 27 y 35 años suman el 65% de los casos. Los hombres 58. 5%, solteros 52. 4%, estrato
social alto (4, 5 y 6) 78. %) presentan, estadísticamente, alguna dimensión del síndrome de Burn out.
Señalan los
autores que: “No obstante las evidencias que muestran la importancia de la
evaluación física para diagnosticar y tratar el síndrome de Burnout, en las diversas
pruebas que se han diseñado para evaluarlo, no se ha considerado o dado poca
importancia a la evaluación de los trastornos físicos que acompañan la
condición psicológica y actitudinal hacia el trabajo con el paciente.
Consecuencia de lo anterior los tratamientos se orientan básicamente hacia
lo psicológico, dejando de lado la intervención del médico internista, a no ser
porque la afectación física sea relevante”.
Harry Levinson en
Harvard Business Review, recomienda para prevenir esta enfermedad:
1. Respetar el horario de trabajo
2.
Capacitar y delegar funciones. Trabajo en equipo.
3.
Cuidar espacios familiares. Reservar tiempo para la
familia, pareja y amigos.
4.
Brindarse tiempo personal. Deporte, diversión, meditación.
5. Comunicarse con el entorno, con la naturaleza.
Desconectarse de celulares y computadora.
6.
Pedir consejo o apoyo abre otras perspectivas
Barranquilla
abril 18 de 2023.
TEOBALDO CORONADO HURTADO MD. MPHIL.
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