CLÍNICA BAUTISTA. AÑORANZAS
CLINICA BAUTISTA. 1963 |
CLÍNICA
BAUTISTA. AÑORANZAS
Estudiante
del San Francisco
La
campana anunciaba la entrada a clases, por la tarde, a las 2 y 30. A las 2 en
punto nos citábamos un grupo de 5 o 6 compañeros del Colegio San Francisco, barrio
Las delicias, entre los que recuerdo a Antonio Casale, Gastón Vendríes, Juan de
Dios Pacheco y los hermanos Moscarella, en el alto y amplio antejardín de la clínica ubicado en la esquina de la calle 70 con carrera 38. Tocábamos en corto,
animadamente, la pelota jugando a la gallina o apostando al que más “pinolas” hiciera,
hasta cinco minutos antes de que sonara la campana cuando arrancábamos corriendo,
a toda prisa, a la voz de “marica el ultimo”.
A
la salida de clases, 5 PM, pernoctábamos al interior de la edificación para
juguetear con la novedad del ascensor que subía y bajaba con nosotros, a bordo,
hasta que algún empleado llamaba la atención. Todavía la carrera 38, de puro
caliche, no estaba pavimentada. Finales de los años cincuenta del siglo pasado.
El
futbol acabó cuando el más “loquillo” del grupo dio una patada tan fuerte al
balón que volvió añicos un ventanal de vidrio. Por la queja de los
administradores de la clínica los curas nos prohibieron volver a estas
andanzas. En la clínica, por otro lado, vetaron nuestra presencia en sus
instalaciones.
Durante
ese periodo apreciaba las locaciones hospitalarias, curioso e ingenuo, como un
recinto sagrado solo para médicos y enfermos. Observaba a los doctores con gran
admiración.
Paciente
de la clínica.
Por
un golpe que recibí en el ojo derecho jugando futbol, hacia quinto año de
bachillerato, mis padres llevaron a la consulta externa en donde me atendió un oftalmólogo
de apellido Jaramillo.
Debo señalar que ya cuarentón, década de los 80, me tocó de nuevo utilizar los servicios de la Clínica Bautista para una hemorroidectomia que practicaron los doctores Nazario Fraija, cirujano, y Ruffo Pantoja, anestesiólogo.
Doctor LuisYarzagaray
Entre
los galenos de renombre que la laboraban, en esa época, había un joven doctor Luis
YarzaGaray que tenía una novia barranquillera Everildes Polo, medico también, que a los jovencitos del
colegio llamaba la atención por su esbeltez y belleza. Imagino que este doctor Yarzagaray
es el famoso facultativo egresado de la Universidad de Cartagena y luego
prestigioso neurocirujano, profesor de la Universidad de Illinois, USA, que
intervino quirúrgicamente al presidente Ronald Reagan.
Después
de cuarenta años de residencia en el país del norte regreso, Yarzagaray a
Colombia, en 2001, con pretensiones presidenciales. Inició su campaña entusiasmada
por un magnate que, al poco tiempo, le quito el apoyo económico y logístico
teniendo que gastarse sus ahorros sin resultado favorable alguno.
Las paradojas de la medicina: el doctor Yarzagaray murió de una hemorragia cerebral aguda el 26 de febrero de 2014 en USA, tenia 81 años.
Mi
primer empleo
No
pasaba por mi cabeza, entonces, que llegaría a ser un profesional de la medicina
y menos que mi primer empleo, como tal, seria en este encumbrado
establecimiento de carácter privado y sin ánimo de lucro, fundado en 1952 por unos misioneros Bautistas del sur de los Estados Unidos. A mi
llegada, 1970, regentado por el doctor George kollmar, reemplazado luego en
1974 por el doctor Robert Edwards.
El
asunto es que me gradué en la Universidad de Cartagena el 19 de diciembre de
1969 y tres días después ya era médico en la sala de urgencias, de la Clínica Bautista
de Barranquilla, en donde compartía turnos nocturnos y días feriados con los
doctores Alfredo Donado Hurtado, Carlos Castro y Samuel Macias Agüero.
A
mediados del mes de enero de 1970 me fui a Santa Marta a trabajar eh el
Hospital San Juan de Dios en espera del nombramiento como médico rural que se
dio a finales de febrero para el municipio de Remolino, Magdalena. Estos
desplazamientos no impidieron siguiera laborando en la Bautista, los
fines de semana. Esta actividad la mantuve hasta el mes de junio, de ese año, cuando
opté por quedarme viviendo en Remolino en forma permanente debido al fuerte
invierno, con sus torrenciales lluvias, que inundaron la población.
La
Clínica Bautista era, ya, una prestigiosa y acreditada institución de salud no
solo de Barranquilla sino de toda la Costa Atlántica. Por la calidad de la
atención medica brindada a los pacientes y por lo avanzado de su dotación
hospitalaria.
Médicos
especialistas de la Clínica
Correspondía,
como médico de planta en urgencias, llamar a los especialistas entre los que puedo
nombrar a:
Cirujanos:
José Ignacio Casas, Jorge el Toto Daes, Humberto Espinoza, José Benavides Molinares,
Mauricio Rodríguez, Nadim Said Hachen.
Gastroenterólogo.
Antonio Habib Habib,
Neurocirujanos.
Jaime Rubio Segura, Carlos López pinto.
Urólogo.
Emiliano Morillo.
Ginecólogos. Pedro Ballestas, Francisco Sales, Julio Mario Llinás y el doctor Breeden un
norteamericano
Internistas.
Rafael Bermúdez, Abraham Donskoy, Efraín King Rocha.
Pediatras.
Rafael Fulleda Henríquez, Libardo Diago Guerrero.
Ortopedistas.
Modesto Martínez, Pedro Muskus, Luis Taboada
Cirujanos
plásticos. Reinaldo Gómez Ahumada
Anestesiólogos.
Miguel Colonna Silva, Carlos Bermejo.
Patólogo.
Rafael Pichón Armella.
Radiólogos.
Amiro Tamara Merlano, Rafael Jalube
Endocrinólogo.
Alberto Jamis
Consulta
externa. Luis Vidal, Vicente Ferrer, Rafael Bacci
Clínica
El Carmen
CLINICA EL CARMEN |
La Clínica Bautista después de 65 años de prestar sus servicios médicos a la gente
de Barranquilla y la costa caribe suspendió actividades en el mes de
septiembre del 2017.
El
16 de julio de 2020 en su remodelada edificación comenzó a funcionar la
Clínica El Carmen como una extensión de la Clínica Iberoamérica - de la organización
Sanitas - y otras instituciones del Distrito de Barranquilla. En plena pandemia
del COVID 19 surgió como una bendición de lo alto para sortear la emergencia sanitaria
que vivíamos.
La
Clínica Bautista fue institución insignia de la medicina barranquillera, de
gran prestigio dentro y fuera del país. Su desaparición se suma a la larga
lista de hospicios tanto públicos como privados de la ciudad que no han tenido
la suerte de sobrevivir a los embates económicos y políticos del mundo de hoy.
Añoranza
Sin
haber pertenecido a su staff de especialistas y, tan solo, con algunas esporádicas incursiones en sus quirófanos, como anestesiólogo, la suerte corrida por la benemérita
casa de salud me ha conmovido. Tal vez el hecho simbólico de haber sido mi primer
puesto de trabajo como médico, una vez graduado, y la añoranza de los momentos
gratos vividos, en su entorno, en los años mozos del San Francisco son razón de
ser del sentimiento que ahora me turba.
Buen
viento y buena mar corresponde desearle a la Clínica El Carmen que ocupa, ya,
la emblemática y carismática sede de lo que fuera un Centro hospitalario
orgullo de la ciudad Puerta de Oro de Colombia, la Clínica Bautista.
Barranquilla
marzo 20 de 2024.
Todo lo que construyeron por muchos años lo tiraron como basura con los empleados nos echaron con las manos vacías. Todavía después de 6 años no hemos recibido el pago. La denominación Bautista se lavó las manos junto con la asociación clínica Bautista porque hicieron sociedades separadas para tirarme la boleta las dos. Colocamos ese pago en las manos de Jesús porque el es nuestro abogado
ResponderBorrarLa clunica Bautista fué y será todas aquellas personas que laboramos entregando con tanto Amor y dedicación todo nustro conocimiento, nos queda pedir que Dios todo poderoso nos ayude
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