EVOLUCIÓN EN LA MEDICINA II. Cambios en el ejercicio de la profesión


EVOLUCIÓN EN LA MEDICINA II
Cambios en el ejercicio de la profesión

Médicos. Promoción 1969. Universidad de Cartagena.

                 EVOLUCIÓN EN LA MEDICINA II
Cambios en el ejercicio de la profesión

SACERDOTES. La Medicina, que surge desde una perspectiva mágico religioso en el hombre primitivo, encuentra en los dioses, en sus poderes sobrenaturales, explicación a sus males y padecimientos. Al auxilio divino se acoge, para su curación, a través de sacerdotes que la practican en los templos sagrados: Serapis en Egipto, Brahamanes en la India, Yin en China, Druidas entre los Celtas, los Baru, Ashipiu y Asu en Mesopotamia, Asclepiades en Grecia.[i]

CIENTÍFICOS. El paso descomunal de lo mágico a lo científico es obra cumbre de quien la tradición médica considera, su modelo a seguir, padre de la medicina: Hipócrates de Cos. Este, sin lugar a duda, para los sabios cronistas de la historia de la medicina, el mayor   acontecimiento que, se ha dado, no solo en la valoración como profesión de sus practicantes, sino, también de la medicina, per se, como ciencia, en todos los tiempos.

En la Odisea Homero considera a los médicos: demiurgos, “trabajadores para el pueblo”. Iatros, con su significado de curador, era la denominación, en general, que recibían en Grecia.  Su ocupación era el techne (arte).

Desde la antigua Roma el médico, arquiatra, formaba parte, legalmente, de las llamadas “profesiones liberales” (maestros, filósofos, abogados), al servicio exclusivo de los ciudadanos. Médicos del emperador eran los archiatri palatini, mientras que, los del pueblo eran los archiatri populares. Esclavos no tenían derecho a ser atendidos por un profesional de la medicina.[ii]

UNIVERSITARIOS. En la Edad Media, cuando los médicos alcanzan formación universitaria, con la creación de las escuelas médicas laicas, la Escuela de Salerno la primera, se constituyen en miembros de lo más encumbrado de la sociedad, con una estimable situación económica.  “Hacedor de la salud” llama Tomas de Aquino a los médicos.

Médicos, barberos y cirujanos se juntan en un primer intento de organización gremial. Los barberos cirujanos, al no ser reconocidos como médicos tenían una posición social inferior, similar a los artesanos.

ACADÉMICOS. En el renacimiento, el florecimiento de las artes y las ciencias, al que la profesión médica no es ajena, da surgimiento a la sociedad científica y sus correspondientes publicaciones. La concepción de academia fue esencial para el inicio de la modernidad que llevó a la revolución científica del siglo XVII con: La Academia Linceana en Roma (Federico Cesi 1601-1630), La Academia del Cimento de Florencia (Evangelista Torricelli 1657-1667), la Royal Society inglesa (1660), la Academia de las Ciencias Francesas en París (1666). En 1635 el cardenal Richelieu fundó la Académie Française. Felipe V, en España crea la Academia de Medicina en 1733, con 40 académicos.[iii]

Hasta la instauración de la seguridad social en Alemania a mediados del siglo XIX, por el canciller Otto Von Bismarck, los médicos constituían una elite integrada a la burguesía, a la clase dominante. Tras este patrón sociopolítico asumen principios que se conjugan con ideas liberales, entre otras, el libre ejercicio de la profesión, la libre elección del médico y de la institución por parte del paciente.

Evoluciona, con el decurso del tiempo, en armonía con ciencias relacionadas al acontecer del hombre mismo y su entorno, como una ciencia más, liberada, ya, de la magia y superstición religiosa, de antes.

ESPECIALISTAS. Se aprecia en los momentos actuales, caracterizada por excesiva especialización y consiguiente atomización del saber médico, supeditado, es evidente, a la lectura del prodigioso arsenal de portentosos aparatos computarizados, en descuido de una indispensable hermenéutica clínica. Equipos médicos de punta se emplean, en ocasiones, más allá de las indicaciones precisas, originando mayores riesgos que beneficios. Las noticias mas recientes comunican desconfianza generalizada tanto en el profesional médico como en la industria farmacéutica y autoridades sanitarias en un contexto de escándalos de corrupción que implican a poderosas multinacionales. En particular, del negocio de las vacunas obligatorias en niños[iv]

PROLETARIOS. En Colombia el establecimiento del Seguro Social por la ley 90 de 1949, la constitución de 1991, la ley 100 de 1993 y la proliferación de facultades de medicinas proletarizaron al gremio médico. Consiguientes reformas han producido un proceso de desprofesionalización que, en la práctica asistencial, refleja desmedro de su jerarquía científica y académica, a la par, de pérdida de la autonomía en la toma de decisiones médico - clínicas. Sometido a un paternalismo político-farmacéutico vergonzoso. Humillante, al mismo tiempo, para el médico y para el paciente.

 Méritos académicos, tienen escasa importancia a la hora de acceder a sitios de trabajo, si no hay, de por medio, recomendación de un poderoso gamonal.

El fin de la Medicina ya no es, solo, el individuo enfermo, sino, el colectivo humano para el surgimiento de unas políticas de salud encuadradas en la doctrina de la seguridad social. La estatización de la salud, que ha traído consigo esta política, quitó, a los médicos, su estirpe liberal, el libre ejercicio de la profesión, para quedar convertidos, ni siquiera en trabajadores, sino en sumisos prestadores de servicios.  Idiotas útiles entre el Estado y las empresas, mediante un politizado proceso de privatización de la atención sanitaria. Ha perdido el quehacer médico la noble e ilustre condición de profesión liberal para quedar sus practicantes en contratistas unos y en asalariados otros. A la espera de que las EPS e IPS, de nuestra controvertida seguridad social, paguen; cuando les dé la gana. Si es que pagan.

Grandes multinacionales, explotan la medicina y la salud, con ánimo de lucro desmedido. Imponen medicamentos y tecnología a cambio de tentativas prebendas económicas para las instituciones hospitalarias y también para los mercaderes de la salud que promuevan su utilización y las usan.

Paradójico, en la realidad actual, mientras a la ciencia médica le va muy bien, la profesión médica anda muy mal. Como nunca muestra, en la actualidad, la más sensible depreciación y deterioro de su imagen. Síntoma que, además, desdibuja el buen nombre de la profesión, es fácil encontrarlo, contrario sensu, sucede a la ciencia médica, a la falta de comunicación de sus practicantes. “Tras el hechizo de la ciencia y de la tecnología, andamos los médicos de congreso en congreso, de simposio en simposio, de seminario en seminario en una carrera incesante por estar actualizados… Mientras tanto faltos de comunicación, a pesar de tanta reunión, de tanto congreso con sus cocteles, nos conocemos y comprendemos menos”.[v]

POLÍTICOS. Creo, mis palabras de hace quince años, en ceremonia del Colegio Médico del Atlántico, con motivo del Dia Panamericano del Médico siguen vigentes, en la lamentable coyuntura que vivimos. “El rico patrimonio de honestidad y pulcritud que poseemos debe utilizarse para dar la batalla, con decisión y coraje, contra la politiquería y corrupción reinante, que nos aniquila… Considero que, si el poder de la ciencia médica  no ha servido para ser tenidos en cuenta como quisiéramos, ni política ni socialmente, es perentorio ir en busca de las riendas del poder político, de un poder político autónomo, que obedezca las directrices trazadas desde el seno de nuestra propia organización médica. No hay otra alternativa, alcanzar el poder político es la esperanza de salvación que nos queda. La suerte de nuestro destino no puede quedar en manos de otros”.[vi]
Barranquilla enero 28 de 2017




Hipócrates. Padre de la Medicina

Barranquilla enero 28 de 2017
TEOBALDO CORONADO HURTADO




[i] Roger Romo Ignacio, Historia de la Medicina, 1977, Bruguera, México, p. 80-82
[ii] Harreman Rogelio, Historia de la Medicina,1987, Editorial Trillas, México, p. 70
[iii] Laín Entralgo P. Historia Universal de la Medicina, 1976, Salvat Editores, Barcelona, p.187
[iv] https://www.elespectador.com/noticias/salud/la-desconfianza-hacia-la-medicina-un-fenomeno-que-aumenta-articulo-735511
[v] Coronado Hurtado T,2003.  Crónicas Ético Medicas, Editorial Antillas, Barranquilla, p. 53
[vi] Coronado Hurtado T, op.cit, p 185, 187

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