SEMBLANZAS. DOCTOR JOSÉ DE J NAVARRA


DOCTOR JOSÉ DE J NAVARRA
GRAN CRUZ DE ESCULAPIO


Discurso pronunciado el 9 de febrero de 1980 al imponer como presidente del Colegio Médico del Atlántico la Gran Cruz de Esculapio, al Dr. José de J Navarra.  Máxima condecoración de la Federación Médica Colombiana. Country Club de Barranquilla.

Doctor Pepe Navarra

Perdonadme maestro, si profano la seriedad de este acto, su sublimidad y grandeza, cuando al evocar su nombre me atrevo a pronunciarlo a la usanza familiar.

Es, de esta forma, como encuentro la manera más elocuente para rendir sincero y emocionado homenaje al médico gallardo, ejemplar y magnifico, al amigo generoso, desinteresado y fiel. Sobre todo, al hombre bueno que usted encarna cabalmente.

¡Qué cosas maravillosas tiene la vida! El débil niño al que usted diera palmaditas hace ya 38 años, dándole el empujón definitivo para su encuentro con la luz, con el mundo, viene hoy con galénicas manos como las suyas, con corazón agradecido, a imponerle en representación de los médicos de Barranquilla, de Colombia toda, la Gran Cruz de Esculapio. ¡Bendito sea Dios![i]

Vengo en cumplimiento de un mandato. Del grito incesante de la legión interminable de hombres, mujeres y niños con vuestra ciencia y paciencia socorridos. Que ahora mudos y complacidos, en lo silencioso de sus espíritus, en la serena tranquilidad de sus hogares, se levantan llenos de gozo a celebrar una condecoración que simboliza la gratificante vitalidad de sus existencias.

SABANALARGA. Me lo pide con clamor, con fuerza avasalladora: Sabanalarga, la ciudad señorial y promisoria. Por mis venas corre también, turbulenta y altanera, la sangre de la tierra. Vocero me siento de la urbe vanidosa que celebra con dulce alegría el esplendor de una raza, en la hazaña victoriosa de uno de sus hijos más querido.

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA. Fugaces pasan por mi mente, los recuerdos del viejo claustro de San Agustín, custodiado por el mar, trenzado de piedras, envuelto en heroicas leyendas. En la Universidad de Cartagena, distantes en el tiempo, el uno del otro, se albergó nuestra alma soñadora, colmada de ilusiones. Allí aprendimos a sentir el dolor humano como algo propio.  A la tristeza, mostrarle el vigor de la Juventud con una sonrisa.
¡Loor al alma mater cartagenera enaltecida por el brillo de su inteligencia!

HOSPITAL GENERAL DE BARRANQUILLA. Y firme como una roca, en la lucha, contra viento y marea, ahí está, nuestro controvertido Hospital General de Barranquilla: templo sagrado de la medicina costeña; testigo vivo de sus muchos años de trabajo médico, de su dinamismo, de su pujanza. En este hospicio, que tanto amamos, escribió usted la página más estupenda de su vida. Delineada por un compañerismo sin límites, por el empeño y coraje puesto a favor de la causa de la profesión; sin lugar a duda por su apasionada entrega a quienes padecen y sufren.
Escondido en sus jardines, bajo la refrescante sombra de sus mangos, surge humilde, vigilante, la egregia figura del padre Valiente. Cuida aún la vetusta casona que fundara hace más de 100 años.
A este amigo suyo, que conoce del inmenso cariño que usted puso a esta casa, pido en recogida oración, que, desde la eternidad, en donde se encuentra, derrame gracias y bendiciones a su paso, ahora, cuando honrado camina a recibir el galardón de la Gran Cruz de Esculapio; limpiamente ganado en el ejercicio de una de las mas exigentes de las actividades del hombre.

Me nace del sentimiento, pero, además, asumo el encargo de la Federación Médica Colombiana y en particular, de nuestro airoso Colegio Médico del Atlántico, de expresarle el infinito regocijo, la satisfacción que experimentamos, al colocarnos usted con su gesta grandiosa, con su casta de luchador, en el pináculo de las grandes empresas, de los grandes compromisos.

Muy en lo alto, en parodia similar a la del Monte Tabor, podemos, esta tarde, exclamar orgullosos. “Que usted Doctor Navarra es, el médico amado, motivo de nuestras complacencias”.

Barranquilla febrero 9 de 1980
Teobaldo Coronado Hurtado
Presidente Colegio Médico del Atlántico



[i] . El Dr. Navarra fue el médico que atendió a mi madre el día de mi nacimiento, en el Hospital de Barranquilla.


Comentarios

  1. Gran hombre fue mi abuelo Pepe navarra

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  2. Si; mi padre, gran hombre .Imposible no mencionarlo y mucho más no recordarlo. Cuando también fue mi mentor y guía en lo espiritual y profesional llevándome c/su ejemplo a lo que alcance allegar a ser hoy día. De lo que me siento orgulloso y demás que El en la dimensión en que se encuentra se encuentre se agradará del buen trabajo que logro c/el

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