No. 103. MISTER BEAN PREGUNTA


MISTER BEAN PREGUNTA

Un meme jocoso, de Mr. Bean, hecho viral en redes sociales, pregunta ¿Por qué tanto marica, sino se reproducen? me ha impulsado a escribir esta nota, con el mismo tono del meme, que considero no irrespetuoso.

Lo cierto, mujeres de todas las latitudes lamentan, preocupadas, la cada vez en aumento escasez de varones, de partido seguro, con quien formalizar relación de pareja. Al extremo que muchas féminas se resisten llegar al altar, para evitar un fiasco.

Al parecer, incremento inusitado de homosexuales ha sobrepasado estimativos de colectivos LGTB que, a la fecha, contabilizaban 10%, en promedio, de la población mundial. Deducir que, si los habitantes que pueblan la tierra se calculan en siete mil cuatrocientos millones, existen unos 740 millones de maricas regados por todo el orbe. Datos cuestionados, por algunos estudiosos del tema, en cuanto sus cifras duplican estas estadísticas para señalar en mil quinientos millones, 20%, los “miembros del otro equipo” que deambulan por calles y plazas de pueblos y ciudades. Estos guarismos hacen referencia a gais, lesbianas y bisexuales.

Según la nomenclatura Caribe los homosexuales pueden ser:
a. Cacorro, o marica, propiamente dicho; de origen socio económico bajo.
b. Estrato cinco o seis ostenta título de gay
c. Floripondio es un marica o gay sin gracia ni talento.
d. Lesbiana o arepera si es mujer.

El fenómeno “gay” es evidente, en mayor escala, entre grupos sociales pudientes, en la denominada gente IN. Esto, no significa que, en el reino del proletariado, en el pobre pueblo, no exista un auditorio al que se le “moja la canoa”.
Dato curioso.   Países con mayor población LGTBI, en su orden son:  Israel, Japón, Alemania, Francia y España, considerados desarrollados.
El “maricometro” que, hombres heterosexuales llevamos, subrepticiamente, incorporado, por malicia indígena, vibra o suena con intensidad, sobre todo, cuando concurrimos a eventos o reuniones organizados en imponentes y lujosos salones, en donde maricones asolapados, que todavía no han pelado el cobre, se las dan de muy machos.
 
La naturaleza, pródiga, en atención a su singularidad, ha dotado a considerable parte de esta gente, de inteligencia prodigiosa, gran talento y tenacidad para salir adelante.  Causando admiración de demás mortales en su entorno.
No conozco un marica bruto. Mandan la parada en el mundo de hoy, en diversos frentes de la actividad humana.
Artista, escritor, político, periodista, militar, monseñor, científico, ejecutivo o profesional de cualquier índole, respetable y exitoso, el que menos uno se imagina se le “afloja el mofle”.

El reconocimiento de los Estados a su situación de minoría con derechos antes birlados, y los mismos cambios culturales de los tiempos que vivimos, su franca aceptación en el conjunto social, han estimulado su “salida del closet” para mostrar ostentosos y sin miedos su peculiar estatus. Tal el caso, no muy distante de la realidad, del diseñador de modas Hugo Lombardi, simpático personaje de la exitosa novela, de la televisión colombiana, “Betty La Fea”.

Son circunstancias que, en mi parecer, pueden explicar el gran crecimiento, preocupación de  Mr. Bean, de esta comunidad y su posicionamiento indiscutible en cualquier escenario. No, exactamente, en la etiología grotesca y absurda que señalaba el señor Evo Morales, presidente de Bolivia, cuando, en alguna ocasión, afirmó que la presencia de tanto homosexual se debía al contenido hormonal de los deliciosos pollos asados que, gustosos, comemos a diario.

El 17 de mayo de 1990, hace 29 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de su clasificación de enfermedades mentales. En concordancia con la eliminación que ya había realizado del “Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales” la Asociación Americana de Psiquiatría.

Barranquilla junio 1 de 2019
Teobaldo Coronado Hurtado












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