PRÁXIS ANESTÉSICA. No. 116.


PRÁXIS ANESTÉSICA



Introducción. De cincuenta años de ejercicio profesional, que celebro el próximo diciembre, cuarenta y ocho dediqué, orgulloso, a la práxis anesthésica, por ende, reanimadora.
Recorrido triunfal, ha sido, en ejercicio de una especialidad que, en mis inicios (1971), disfrutaba pobre reconocimiento académico, científico, institucional e incluso social. Gracias a su empuje y dinamismo gremial es, hoy en día, rama de la medicina que ha contribuido, con creces, al extraordinario desarrollo alcanzado por la ciencia médica en el siglo XX y lo que va corrido del siglo XXI.  Sin el aporte tecnocientífico de los sabios investigadores y cultores del “arte de los dioses” no hubiera sido posible los espectaculares avances que se han logrado en medicina paliativa, medicina critica, medicina de trauma, medicina de urgencias y en particular en el campo de la cirugía y cada una de subespecialidades o medicina perioperatoria.

Reanimador por excelencia. La Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación, SCARE; se ha unido a la campaña de la, Federación Mundial de Sociedades de Anestesia WFSA, con motivo del Día del Anestesiólogo 2019, que busca crear conciencia en el mundo sobre el “papel crucial” que cumple el médico anestesiólogo en el campo de la salud, en general. El enfoque de la campaña, este año, hace particular énfasis en la reanimación; procedimiento fundamental en la atención sanitaria de todos los pacientes.[i]
Es, el anestesiólogo, en el conjunto de practicantes de la medicina, reanimador por excelencia.

Cirujano Foklórico. Es posible encontrar un cirujano, entre tantos, que ante el miedo de su paciente a la anestesia — uno de los temores de quienes son intervenidos — lo consuele diciéndole que: la anestesia es solo una inyeccioncita en el brazo o un pinchacito en la espalda que te ponen para dormirte; cuando despiertes ya estás operado sin que te pase nada, no vas a tener ningún problema y hoy mismo te mando para tu casa. Actitud folklórica, por no decir irresponsable, con el objetivo de evitar que el paciente se eche atrás. Para no exponerse, a perder los codiciados estipendios que trae consigo la operación. Acción clínica realizada, así, con predominante motivación mercantilista.

Imagen del Anestesiólogo.  En verdad la imagen del anestesiólogo sigue siendo velada en algunos sectores profanos a la medicina, no tanto como en tiempos pasados, a pesar del prestigio alcanzado, en la coyuntura actual en donde “No hay aspecto del vasto trabajo médico, de la estructura asistencial-institucional, que le sea ajeno. El ilustre Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Doctor Tiberio Álvarez, considera la Anestesiología: ‘Especialidad Universal’.[ii]
La, todavía, escasa conciencia social e institucional, sobre el papel primordial del anestesiólogo, que busca remediar esta iniciativa de la SCARE, en Colombia, puede deberse, a mi modo de ver, a las siguientes razones:[iii]
1.        A los mismos anestesiólogos.  Por una pobre relación médico-paciente preoperatoria y posoperatoria. En donde el enfermo no alcanza a tener su contacto personal, a conocerlo.
La consulta externa y preanestésica realizada por los anestesiólogos, puesta ya en moda, ha ayudado a remediar este obstáculo.
2. El cirujano. El paciente consulta inicialmente a un cirujano para el manejo de su enfermedad y antes de ser intervenido ha tenido un contacto asiduo con este. Una vez decidida o programada la operación es cuando tiene breve comunicación con el anestesiólogo.
 3. El paciente.  De esta forma el paciente escoge desde un principio a su cirujano quien, casi siempre, selecciona un anestesiólogo de su confianza. Excepcionalmente es el paciente quien lo escoge.
4. Tabú.  Por esta dinámica hay gente, todavía, en la creencia, con el tabú, de que el anestesiólogo no es médico, sino un asistente del cirujano, que cumple sus órdenes; está bajo su dependencia. En la realidad actual es el anestesiólogo, basado en una juiciosa valoración preoperatoria, quien decide si el paciente se interviene o no.



El anestesiólogo un profesional de la medicina. Surge de estas consideraciones la imperiosa necesidad para los anestesiólogos de comprometerse a realizar su trabajo dentro de un auténtico profesionalismo médico; lo exige el rigor de su responsabilidad académica y asistencial.  A sabiendas que el acto anestésico está constituido por tres tiempos: preanestesia, anestesia y posanestesia. Esto implica realizar consultas pre y postquirúrgica de rutina. Desplegar una estrecha relación de confianza a través de buena comunicación con el paciente en lo referente a procedimientos anestésicos, operatorios y riesgos que ellos conllevan.

La medicina. Profesión riesgosa. La medicina es considerada profesión riesgosa por el conjunto de reacciones o resultados desfavorables, inmediatos o tardíos de imposible o difícil previsión al prescribir o efectuar un tratamiento o procedimiento clínico en el paciente.
Implica, por igual, riesgos al profesional de la salud desde el punto de vista laboral en cuanto tiene que responder ética y legalmente por las consecuencias dañinas de sus actos. Además de las repercusiones funestas que, en la salud, trae consigo la estresante y contaminante actividad sanitaria.

Alto riego anestésico. De todas las especialidades médicas la Anestesiología, como ninguna otra, entraña mayor peligro en su ejecución. Demanda, por esta razón, sólida competencia científica, técnica y humana, en sus operantes, que no se puede soslayar con insinuaciones cursis, ajenas a una seria comunicación al enfermo y sus familiares sobre la envergadura del procedimiento anestésico.
Por el riesgo potencial a que están expuestos los enfermos, por un lado, y la permanente exposición a inhalación de gases tóxicos, radiaciones y situaciones de estrés del anestesiólogo, de otra parte, se considera a la Anestesiología especialidad de alto riesgo y debe tener, por lo tanto, tratamiento laboral especial.[iv]

 Consentimiento informado. La explicación veraz por parte del dúo, cirujano - anestesiólogo, relacionada con los eventos y riesgos propios de la intervención, anestesia- cirugía, constituye un anexo de la historia clínica, “El consentimiento informado”, de obligatorio diligenciamiento por los médicos. 
Un consentimiento viciado, apoyado en la ilusoria, falsa información de: “que no le va a pasar nada porque es solo una inyeccioncita lo que le van a poner…”, repercute negativamente ante una potencial demanda por mal praxis. Falta de respeto, además, por quienes así se expresan, al profesional de la Anestesia, con una postura ausente de lealtad y consideración tal lo demanda la Ley 23 de Ética Médica en Colombia para la relación entre colegas. “La lealtad y consideración mutuas constituyen el fundamento esencial de las relaciones entre los médicos”, dice el artículo 29.
En este año de gracia de mis  bodas de oro profesionales, tengo que proclamar, agradecido, el bendito llamado de lo alto, de la providencia divina, para dedicarme a este honroso oficio que ha llenado, a plenitud, mi entusiasta vocación médica.  Con la absoluta convicción de haber cumplido la misión siguiendo a cabalidad la consigna de nuestra máxima organización la WFSA: “Ser anestesiólogo es entregarlo todo por hacer de la atención en salud un camino seguro, solidario y humanizado”. Felizmente realizado, tras consagración generosa a los enfermos más necesitados, a la gente más pobre que acude a los hospitales públicos. Ese, tal vez, mi mayor regocijo en este momento dorado de mi vida profesional.
A los colegas,  de especialidad, les deseo éxitos y un cumulo de bendiciones en este 16 de octubre, Día Mundial del Anestesiólogo.

Teobaldo Coronado Hurtado
Visalia CA, USA octubre 16 de 2019
Socio Emérito, expresidente Sociedad de Anestesiología y Reanimación del Atlántico.



[i] scare.org.co/noticias/hagamos-tendencia-el-dia-mundial-del-anestesiologo/?

[ii] Coronado  Hurtado T, Intimidades de un Anestesiólogo. En: Pioneros e Ilustres de la Anestesiología en Colombia. Edición: Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación, SCARE. Bogotá.
Autores: Bernardo Ocampo Londoño, Julio Enrique Peña. Primera edición. 2012.

[iii] Coronado Hurtado T. 2014,  Viaje por el Jardín de Akademus. Digresiones de un AcademicoEdiciones Universidad Libre, Barranquilla p. 162.

[iv] 2. Ley 6º de 1991, articulo 1, parágrafo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

CUARENTA ANOS DEL SEGURO SOCIAL - HOSPITAL DE LOS ANDES

MEDICINA. UNILIBRE BARRANQUILLA Bodas de Oro

ENTREVISTA A DOCTOR LUIS PADILLA DRAGO