JAIME POMBO
JAIME POMBO
Impávidos, apesadumbrados, impotentes, adoloridos, vemos caer uno tras otros ¡qué vaina! a compañeros del ayer, amigos por siempre queridos, sin poder estar allí, en su última morada para consolarnos, al menos, con una triste despedida. Y, así, se van yendo, en vuelo definitivo hacia la eternidad, los colegas médicos que en el frente de batalla o en la reserva ya, sucumben ante el maldito, mortífero coronavirus. En este 2021, no más, han dolorosamente partido: Plinio Urueta, Marcos Lujan, Filadelfo Carreño, Rafael Llanos, Ángel Ceballos y Jaime Pombo Mackenzie, el ultimo.
Jaime Pombo, junto a Francisco Altamar de Sabanalarga, Fajid Atía de Luruaco y Raimundo Varón, también cartagenero como él, fue de los primeros residentes de pediatría, que cursaron esta especialidad en nuestra gloriosa Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. Allí me lo tropecé por vez primera, en mi condición de estudiante, y desde entonces mantuvimos una cordial amistad, desde los inolvidables pabellones del Hospital Santa Clara y Casa del Niño en Cartagena. Que se afianzó, años después, en los deslumbrantes y desaparecidos quirófanos de la UPI, UNIDAD PROGRAMATICA INSTITUCIONAL DEL SEGURO SOCIAL, en Barranquilla.
El
Doctor Pombo era un tipo de porte distinguido en sus modales, en su vestir y compostura como médico. Primer cirujano pediatra, especializado, que llegó a
Barranquilla después de haber hecho su entrenamiento en la ciudad de México.
De
tierra azteca, además del cartón como especialista, trajo consigo a una linda
y encantadora mujer, Angie su esposa que, siempre a su lado, lo acompañaba con
su bello canto, con su preciosa voz, a cuanta tertulia era invitada tan amorosa
pareja.
En la Cooperativa Médica de la Costa, Coomedicosta, en donde Jaime era asociado de gran estima, la presencia festiva de su señora producía gran beneplácito.
Con
el Doctor Alonso Carvajalino integro el dúo inaugural de cirujanos pediatras
del Hospital de Los Andes cuando el Seguro Social arrancó en Barranquilla,
1975.
Pombo era un cirujano exquisito, de actitud calmada, procedimiento limpio y versatilidad y destreza en las manos impresionantes. El típico cirujano descomplicado que nos encanta a los anestesiólogos. Marcó la vanguardia, en nuestro medio, en el manejo quirúrgico de las anomalías congénitas en recién nacidos. Recuerdo con orgullo el mes de mayo de 1984 cuando, sin tanto despliegue periodístico, hicimos la primera y, si no estoy mal, única separación exitosa de siameses que se haya realizado en la capital del Atlántico por el equipo quirúrgico comandado por el Doctor Jaime Pombo Mackenzie.
Siempre,
de buen humor y sonriente, se presentaba al área de quirófanos con alguna
ocurrencia: Haber ¿Quién de ustedes, dirigiéndose a los anestesiólogos, es el
que me va a dar el ano? preguntaba en forma socarrona; cada vez tenía que
intervenir a un bebe con diagnóstico de ano imperforado.
Fue coautor el Dr. Pombo con Luis B. Chain, Jorge Fadul, Pedro Pinto Núñez, Héctor Stave Serrano, Rodolfo Arellana, Leticia de García, Carlos Medina Malo, Wolfgang Munar, Eduardo Egea Bermejo, entre muchos otros y bajo la dirección de Jaime Caballero Corbacho, del libro “PEDIATRIA” editado en 1992 por la Universidad del Norte. Tal vez uno de los tratados de mayor envergadura, escrito en Colombia, sobre esta rama de la medicina.
A
Jaime las instrumentadoras lo idolatraban, las enfermeras lo adoraban, sus
pacientes lo veneraban y los médicos lo queríamos. Y los médicos que aun sobrevivimos,
a pesar de todo, lo seguiremos admirando y recordando, con cariño inmenso, hasta
cuando la providencia divina disponga de nuestras vidas. Amen.
¡Hola
Mackenzie, mi hermano, descansa en paz!
Teobaldo
Coronado Hurtado
Barranquilla
enero 21 de 2021.
Lo recuerdo con cariño. Me salvo a mi hijo. Paz en su tumba
ResponderBorrarFue un excelente cirujano pediatra. Tuve la oportunidad de ser uno de sus alumnos. Siempre quice ser cirujano pero no tuve la oportunidad de serlo. En el iss como interno ayude en muchas cirugias hechas por el. Muy generoso por cierto, un excelente cirujano pediatra. QDEP.
ResponderBorrarsiento un profundo dolor por la muerte del dr Jaime Pombo, no soy médico pero fue mi ídolo de niñez y juventud, gracias a su profesionalismo y entrega pude superar una dura enfermedad siendo aún un niño, fue mi médico de cabecera y de mis hermanos y actualmente era el médico de mi sobrina, el dr Pombo, jamas sera olvidado por mi familia siempre será motivo de orgullo haber sido un paciente de tan extraordinario ser hu mano y profesional ...gloria eterna al dr Pombo mackensie y a todos los medicos que como él vencieron la muerte por que pasan a convertirse en un modelo a seguir No sólo para los profesionales de la medicina, si no para los profesionales de cualquier rama.
ResponderBorrarYo no supe quien fue Pombo Mackenzie, pero tu escrito lo retrata capaz, alegre, apreciado y gran ser humano. Q. E.P. D. Buen logro tu escrito, Dr Teo.
ResponderBorrarPadrino vuela alto, gracias por primero Dios salvarme la vida
ResponderBorrarJaime Pombo Mckensid, inolvidable Padrino de mi hija mayor, curó a mi segunda hija cuando tenía un año, de una gastroenteritis smebiNs qué casi se la lleva. Recuerdo la atendió en el Pabellón Avianca del HospirLito Infantil.
ResponderBorrarPaz en su tumba. Q. E. P. D. Gran ser humano igual su esposa Angie.
Bendito sea este señor y que Dios lo reciba en el cielo, mi madre me cuenta que cuando tenía 1 año de nacido el señor Jaime Pombo Mckensid me salvó la vida después que muchos médicos me vieron, gracias señor Jaime Dios en el cielo serás recibido.
ResponderBorrarAtte: Eduardo López Narváez