EL QUERER DEL ABUELO
EL QUERER DEL ABUELO Cuando los hijos del señor Francisco, Don Paco - veterano profesor universitario, de reconocidos quilates intelectuales - estaban pequeños tenían de vecinos, a un costado de su residencia, una familia muy distinguida en que la señora de la casa, de origen francés, era una ruba físicamente atractiva, pero de temperamento en sumo hostil. Su esposo, un connotado profesional del derecho y pulcro caballero; sus hijos, unos muchachos formales, juiciosos. Cascarrabias la madame, casaba bronca con "Raimundo y todo el mundo", que la hacían personaje antipática, sobre todo exótica, dado el elegante barrio en donde residían. Terror de los chicos de la cuadra, balón que caía en sus predios estaba perdido tras diatriba procaz y escandalosa. Obsesiva, con la limpieza, quien pernoctaba el embaldosado y brillante piso de su antejardín llevaba de la buena, con su lengua lanza juegos, atrabiliaria. De esta forma armaba, escoba o trapero en mano, permanente trifulca...